Más de 560.000 niños gazatíes menores de 10 años han sido ya vacunados con una primera dosis contra la polio, después de que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) diera por concluida la primera ronda de la campaña de inmunizaciones, tras alcanzar al 90 % de los niños del enclave.
Pero todavía queda administrar la segunda dosis de la vacuna, necesaria para que sea efectiva, para lo que hará falta una campaña similar a finales de mes que cuente con el beneplácito de las fuerzas israelíes, que se comprometieron a respetar pausas temporales en los combates para permitir la iniciativa.
«La primera ronda de la campaña de vacunación contra la polio en Gaza acabó ayer», anunció este viernes la agencia, que dejó claro que en los próximos días tendrá lugar el «desafío» de administrar la segunda dosis.
La campaña, desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a Unicef y la UNRWA y con el apoyo del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (que gobierna en partes reducidas de Cisjordania ocupada), se ha podido realizar gracias a que Israel aceptó pausar sus ataques durante los días de vacunación desde las 6 de la mañana hasta las 3 de la tarde, de modo que las familias pudiesen acercarse a los centros de vacunación y los equipos móviles pudieran desplazarse.
Estas pausás volverán a ser necesarias cuando las agencias de la ONU pongan en marcha la segunda ronda de inmunizaciones, a finales de este mes.
Con todo, los trabajadores humanitarios encargados de administrar las vacunas durante estas últimas dos semanas han sufrido incidentes y retrasos.
Esta misma semana, un convoy de la UNRWA que se dirigía al norte de Gaza para continuar con la tercera fase de la primera ronda de inmunizaciones fue asaltado y detenido por las tropas israelíes durante ocho horas, en las que también se produjeron disparos.
Y este viernes, la agencia denunció que la escuela Jaouni de Nuseirat, que fue alcanzada en la noche del miércoles por un bombardeo israelí que mató a 18 personas (entre ellas 6 trabajadores de la UNRWA), funcionaba la semana pasada como un centro de vacunación contra la polio.
«Un enorme éxito»
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró, en un mensaje en su cuenta de la red social X, que la finalización de la primera ronda de vacunaciones es «un enorme éxito en medio de una realidad diaria trágica para la vida en la Franja de Gaza».
El responsable añadió: «¡Imaginad lo que se conseguiría con un alto el fuego!».
La OMS diseñó la primera parte de esta campaña en tres fases, divididas por zonas geográficas (sur, centro y norte de la Franja), para poder llegar a los 640.000 gazatíes menores de diez años del territorio, después de que las autoridades sanitarias del enclave detectasen a mediados de agosto el primer caso de la enfermedad en más de 20 años.
La polio es una enfermedad altamente infecciosa que afecta principalmente a niños pequeños y ataca al sistema nervioso. Puede provocar parálisis y, en algunos casos, la muerte.
El pasado 16 de agosto, el Ministerio de Sanidad gazatí ( controlado por el grupo islamista palestino Hamás) confirmó el primer caso de polio en 25 años en el enclave, en un bebé de diez meses sin vacunar que quedó paralizado por la enfermedad.
Sin lugar seguro
Y es que, después de once meses de guerra, no quedan en la Franja de Gaza rincones que no se hayan visto afectados por los ataques y el desplazamiento masivo de la población.
Miles de civiles gazatíes malviven hacinados en tiendas de campaña en una reducida zona que Israel llama «humanitaria», junto a las costas del sur de Gaza, y que de vez en cuando es sometida a bombardeos u órdenes de evacuación.
Otros tantos sobreviven en barrios arrasados, rodeados de escombros y sin acceso al agua corriente, la electricidad o a productos básicos de higiene, y bajo el temor constante a los ataques israelíes.
En estos once meses, la basura se ha acumulado junto a los campamentos de refugiados y las plantas desalinizadoras, esenciales para el suministro de agua potable en el territorio.
Más de 41.100 personas han muerto y otras 95.000 han resultado heridas en Gaza desde que comenzó la guerra en octubre del año pasado, según las autoridades sanitarias locales, después de un ataque del grupo islamista Hamás (que gobierna en el enclave) contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Tras más de once meses de incesante ofensiva, el conflicto no da señales de tregua, pese a los esfuerzos de los países mediadores (Estados Unidos, Egipto y Catar) de relanzar las negociaciones para un acuerdo de alto el fuego.
Notiespartano/efe