Pocos elementos naturales resultan tan amenazantes como los volcanes. Aletargados, parecen estar en calma y convivir en perfecta armonía con el ser humano, hasta que la fuerza de la naturaleza decide emerger con brutalidad de sus entrañas, en un espectáculo que aterra, destroza y fascina a partes iguales. No en vano, existen muchos destinos que explotan su actividad volcánica como uno de sus atractivos turísticos (por ejemplo, Islandia o la región italiana de Sicilia). Nosotros, gracias a Civitatis, recorremos los diez volcanes más activos del globo terráqueo…
1. El Kīlauea, el volcán más activo de Hawaii
Ubicado en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii, el Kīlauea se ha convertido en uno de los volcanes más activos del mundo. Con una altitud de 1.247 metros, esta formación ha entrado en erupción en infinidad de ocasiones desde que se tienen registros históricos a finales del siglo XVIII.
La zona está protegida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, gracias al carácter relativamente dócil de los volcanes hawaianos, se ha convertido en un importante atractivo turístico.
2. Etna, uno de los volcanes más famosos del mundo
1971, 1981, 1991, 2002, 2004, 2007, 2012, 2018, 2020, 2021… Son las fechas de varias de las erupciones más recientes del Etna. Algunos de estos episodios han sido de carácter más violento, y otros se han limitado a las expulsiones de nubes de gases. De una forma u otra, lo cierto es que el este de Sicilia alberga uno de los volcanes más activos del mundo.
3. Nyiragongo, un enorme volcán de casi 3.500 metros de altura
La República Democrática del Congo alberga también otro de los volcanes más activos del mundo. Tiene una altura de 3.470 metros y forma parte del Parque Nacional Virunga. Esta formación africana destaca por su lago de lava, una enorme cuenca magmática que roza los 230 metros de diámetro.
Aunque las continuas guerras en esta zona han dificultado las labores de los vulcanólogos, se cree que su nivel de peligrosidad está creciendo y que alcanzará su máximo apogeo entre los años 2024 y 2027.
4. Estrómboli, puro espectáculo para los sentidos
Estrómboli es una pequeña isla de origen volcánico ubicada en el sur de Italia. Aquí se encuentra un volcán activo que se ha convertido en toda una atracción turística del mar Tirreno. Desde ciudades cercanas como Lípari, Messina o Milazzo es posible tomar un barco para recorrer las aguas de esta isla. La mayor sorpresa aguarda a la noche, cuando se puede ver cómo la lava brota del volcán por la ladera conocida como Sciara del Fuoco.
5. Volcán de Fuego y sus vínculos con la conquista española
Uno de los volcanes más activos del mundo se alza en el sur de Guatemala. Sus erupciones, de carácter violento, han sido continuas y muy notorias. De hecho, atendiendo a algunos textos del siglo XVI, se cree que el conquistador extremeño Pedro de Alvarado llegó a ver una de estas erupciones allá por el año 1524. Según registros históricos, esta formación ha erupcionado hasta en 20 ocasiones desde esta época.
6. Geldingardalur y la continua actividad volcánica de Islandia
Islandia es uno de los primeros países que aparecen en la mente de muchos cuando se piensa en tierras volcánicas. ¿Quién no recuerda aquella erupción del Eyjafjallajökull del año 2010? Sus emisiones de humo y ceniza provocaron la paralización del espacio aéreo en gran parte del norte de Europa. Pero hay otros muchos ejemplos de erupciones agresivas.
El valle de Geldingardalur destaca por su carácter efusivo, pero poco violento. Además, es un lugar de especial interés para la vulcanología ya que su erupción, en 2021, fue la primera emisión de magma en la península de Reykjanes en casi 800 años. Posiblemente, el comienzo de una nueva era en esta zona del país.
7. Monte Yasur, el volcán activo más accesible del mundo
Vanuatu, perteneciente a Oceanía, es un país formado por numerosas islas. En Tanna se encuentra el monte Yasur que se ha ganado el apodo de ser el volcán activo más accesible del mundo. ¿El motivo? Por un lado, su tamaño, ya que apenas tiene 361 metros de altitud. Por otro lado, el amplio nivel de estudio sobre la zona.
El gobierno local ha creado una serie de niveles de alarma para avisar a los turistas de cuándo es el mejor momento para visitar este volcán y contemplar de forma segura cómo el magma brota del interior de la tierra.
8. Parque Natural de Cumbre Vieja y la erupción de La Palma
Las Islas Canarias se formaron millones de años atrás debido a diferentes fenómenos de origen volcánico, siendo las de la zona oriental las más antiguas y las occidentales las de más reciente creación. Por este motivo, La Palma y, concretamente, la zona del Parque Natural de Cumbre Vieja, es uno de los lugares de mayor actividad volcánica de España.
La erupción ocurrida en estos días se producía medio siglo después de la erupción del Teneguía, acontecida también en la cordillera de Cumbre Vieja. Esto demuestra que la isla de La Palma está muy viva en su interior. Los malpaíses (como se conoce a las coladas de lava solidificada) que forman estas erupciones son uno de los parajes más típicos del archipiélago.
9. Volcán de Colima, uno de los más activos de México
México también es tierra de volcanes. El volcán de Colima, que roza los 4.000 metros de altitud es un claro ejemplo de ello. Además de las expulsiones de lava que han tenido lugar en diferentes épocas recientes, su continua actividad se percibe en sus numerosas emisiones de columnas de humo y cenizas. Junto con el Popocatépetl, está catalogado como uno de los volcanes más peligrosos de América Latina.
10. Sakurajima, todo un símbolo de Japón
El Sakurajima, emplazado frente a la ciudad de Kagoshima, es otro de los volcanes más activos del mundo. No son cientos, sino miles las erupciones que han tenido lugar en este rincón de Japón en las últimas décadas. Aunque en los períodos de mayor actividad la zona se cierra a los turistas y locales para evitar incidentes, durante las épocas de ‘tranquilidad volcánica’ es posible visitar este paraje y disfrutar de sus rutas de senderismo.
Como curiosidad, cabe decir que hasta 1914, este volcán se encontraba en una isla aislada. La erupción que tuvo lugar en este año provocó que estas tierras se unieran a Kyushu creando la actual península de Osumi.