Durante las últimas horas más de 30 gazatíes murieron por los ataques israelíes mientras el Ejército continúa su ofensiva militar sobre todo el largo de la Franja de Gaza, donde los servicios médicos están cada día más colapsados, informaron fuentes oficiales este martes.
«La ocupación israelí cometió dos masacres contra familias en la Franja de Gaza que dejaron 32 muertos y 88 heridos durante las últimas 24 horas», informó el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista Hamás.
Esto eleva la cifra total de víctimas desde que estalló la guerra el 7 de octubre a 39.929 muertos (1,8 % de la población) y 92.240 heridos en el enclave palestino, según el Ministerio del enclave.
A esto se añaden 10.000 desaparecidos bajo los escombros a los que los rescatistas no han podido llegar y 1,9 millones de desplazados que sobreviven en una crisis humanitaria sin precedentes por la destrucción generalizada de las viviendas, el colapso de los hospitales, el brote de epidemias, la amenaza de la hambruna y la escasez de agua potable, medicinas y electricidad.
En tanto, el Ejército israelí no cesa su ofensiva militar sobre todo el largo de la Franja, y desde el viernes pasado realiza una nueva incursión terrestre en Jan Yunis, una importante región del sur que ha sido históricamente bastión miliciano.
En las últimas horas, «las fuerzas localizaron y destruyeron complejos de combate, infraestructuras terroristas y también eliminaron a terroristas en un área de lanzamiento de cohetes de Hamás», indicó un comunicado castrense.
Además, un avión bombardero atacó a milicianos que lanzaron el domingo un cohete hacia la región israelí de Ein Hasholsh, ubicada a menos de un kilómetro de la Franja.
Estos ataques, que se han extendido por más de 10 meses, han dejado inhabitable gran parte del territorio gazatí y acorralan cada vez más a los civiles, cientos de miles de los cuales se apiñan en la cada vez más reducida zona «humanitaria» de Mawasi, ubicada al oeste de Jan Yunis y que consiste en un colosal laberinto de hacinadas carpas sin acceso al agua potable o electricidad.
Casi el 84 % de la Franja, unos 305 km², ha recibido órdenes de evacuación por parte de Israel, denunció este martes la agencia de Naciones Unidas para los desplazados palestinos, UNRWA.
«Fuera de lo médicamente posible»
A esto se suma una profunda crisis de los servicios médicos, pues los ataques israelíes han provocado el cierre de 24 de los 38 hospitales gubernamentales y privados del enclave, así como de 80 de los 90 centros de salud, denunció Sanidad.
Además, 130 ambulancias han quedado inservibles mientras más de 885 trabajadores del sector salud, incluyendo médicos y enfermeros, han sido asesinados y al menos 310 arrestados.
Sofía Piñeiro, coordinadora de enfermería de Médicos Sin Fronteras en Gaza, asegura que «la cantidad de heridos y muertos que está dejando esta guerra no solo son de los bombardeos, sino de la cantidad de pacientes que no reciben la atención médica que necesitan».
Desplegada en el Hospital Naser, en Jan Yunis, esta enfermera describe la total decadencia de los servicios médicos: «Día a día, se va redefiniendo (lo que es) la línea de colapso de la atención médica. Cada vez hacemos más cosas fuera de lo médicamente posible», señala en un comunicado.
«Faltan muchísimos insumos, muchísimas medicaciones, no hay camas suficientes y la población ya está muy dañada. Se están muriendo pacientes de enfermedades por contaminación del agua, se están muriendo pacientes de diarrea, se están muriendo pacientes de infecciones, se están muriendo niños en neonatología por no tener la atención que deberían», recalca.
La guerra estalló el 7 de octubre pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados, y desde hace meses, la comunidad internacional ha presionado a las partes para que firmen un cese el fuego.
Notiespartano/efe