Los hongos son un bien muy preciado a nivel gastronómico, pero, como ya sabemos, no todas las setas son comestibles y la ingestión de setas venenosas puede producir intoxicaciones graves e incluso letales. Pero, vayamos por partes: ¿qué es una seta?
En contra de lo que mucha gente piensa, una seta no es un organismo en sí mismo, y tampoco es lo mismo seta que hongo. Las setas son el cuerpo fructífero o carpóforo de un tipo de hongos que se llaman macromicetos. En otras palabras, las setas son un órgano macroscópico (observable a simple vista) que se encarga de llevar a cabo la reproducción sexual de estos organismos. El resto del hongo se denomina micelio y consiste en un conjunto de filamentos (hifas), generalmente enterradas, que se encargan del resto de funciones como el crecimiento y la nutrición.
Muchas personas son aficionadas a la recolección de setas silvestres. Sin embargo, para llevar a cabo una recolección segura y respetuosa con el medio hay que tener en cuenta diferentes consideraciones. En primer lugar, en algunas comunidades la recolección de setas está regulada y se necesita obtener un permiso, especialmente para poder recoger cantidades considerables. Por ejemplo, en algunas regiones se pueden recolectar hasta 3 kilos por persona sin necesidad de licencia, pero la normativa es variable así que lo correcto antes de salir es informarse bien sobre la regulación en tu localidad. Por otro lado, no es recomendable rastrillar el suelo al coger la seta, porque se puede dañar el micelio, y lo suyo es transportar las setas en una cesta de mimbre que permita la diseminación de esporas que posibilitan el crecimiento de nuevos hongos.
En cuanto a la seguridad en materia de salud, es necesario tener un mínimo de conocimientos de micología para recolectar setas comestibles: uno de los primeros aprendizajes será conocer bien las principales setas venenosas que te puedes encontrar en tu zona y, por supuesto, no comer ninguna seta que no puedas reconocer con total seguridad o que no haya sido identificada por un experto. Además, en general es mejor abstenerse de comer setas crudas: algunas son inocuas una vez cocinadas, porque la cocción les hace liberar sus toxinas, pero pueden ser mortales si se ingieren crudas.
En esta galería te presentamos algunas de las setas más venenosas del mundo. Es muy peligroso comérselas, pero algunas de ellas son tan bonitas y fascinantes que merece la pena conocerlas.
Nota: la información relativa a las setas presentes en la península ibérica se ha extraído de la guía “Setas de Madrid”, escrita por el investigador Francisco de Diego Calonge y editada por la Comunidad de Madrid.
Bernard Spragg, wikicommons
Matamoscas (‘Amanita muscaria’)
Archenzo, wikicommons
Oronja verde (‘Amanita phalloides’)
Fuzre Fitrinete, wikicommons
Boleto de Satanás (‘Boletus satanas’)
Archenzo, wikicommons
Clitocybe blanco (‘Clitocybe dealbata’)
Alan Rockefeller, wikicommons
Monguis (‘Psilocybe semilanceata’)
Strobilomyces, wikicommons
Lepiota mortal (‘Lepiota brunneoincarnata’)
Luridiformis en English Wikipedia
Rusula sanguinaria (‘Russula sanguinea’)
Thomas Pruß, wikicommons
Cortinario de montaña (‘Cortinarius orellanus’)
Cropbot, wikicommons
Falso níscalo (‘Lactarius torminosus’)
Lebrac, wikicommons
Galerina mortal (‘Galera marginata’)
Pieria, wikicommons
Oronja blanca (‘Amanita verna’)
Severine Meißner, wikicommons
Bonete (‘Gyromitra esculenta’)
Ben DeRoy, wikicommons
Amanita maloliente (‘Amanita virosa’)
Danny Steaven, wikicommons
Inocibe inoculado (‘Inocybe patouillardii’)
wikicommons
Seta engañosa (‘Entoloma sinuatum’)
Mushroom Observer
Clavaria (‘Ramaria formosa’)
Omphalotus oleariusiStock