Te gustaría probar comida impresa en 3D? Ahora es posible gracias a una iniciativa de la empresa alimentaria Revo Foods, que ha logrado imprimir en 3D porciones de salmón.
The Filet, que es como se llama este salmón vegano está disponible en los supermercados de Austria y también en la página web de Revo Foods. La compañía hace envíos a distintos países incluido España, por si no te aguantas las ganas de probar esta nueva experiencia culinaria.
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«Con el hito de la impresión de alimentos en 3D a escala industrial, estamos entrando en una revolución creativa de la alimentación, una era en la que los alimentos se elaboran exactamente según las necesidades del cliente», dijo el director ejecutivo de la empresa, Robin Simsa, al medio digital IFLScience.
Este salmón, que no es un pescado sino un alimento vegetal, está hecho con micoproteína, que es una proteína de alta calidad que se obtiene de los hongos y que se suele emplear para fabricar alimentos que sustituyen la carne. A nivel nutricional, el salmón vegano contiene, además de las citadas proteínas, un alto contenido en vitaminas y ácidos grasos omega 3, como el salmón de verdad. Su contenido en proteínas es de 9,5 gramos por cada 100 gramos y aunque la cantidad no es nada despreciable, es menor que la cantidad de proteínas que tendría el equivalente animal.
La compañía vienesa Revo Foods ha diseñado junto a la startup Mycorena una micoproteína que puede ser pasada por una impresora 3D. No es la primera vez que se crea comida de esta forma, pero el resultado sí que ha sido más apetecible.
El pasado mes de marzo un equipo de ingenieros de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, presentó su tarta de queso de siete ingredientes hecha con una impresora 3D. La tarta era vegana y la apariencia dejaba mucho que desear. Eso sí, se podía comer perfectamente. Para prepararla, los ingenieros usaron galletas, Nutella, mermelada de fresa y mantequilla de cacahuete, entre otros ingredientes.
Para crear el salmón vegano, Revo Foods ha colaborado con otra empresa emergente, Mycorena, para diseñar una micoproteína especialmente concebida para ser pasada por una impresora 3D. Los investigadores llevan varios años trabajando en productos alimentarios impresos en 3D, con creaciones que van desde la tarta de queso citada anteriormente hasta carnes cultivadas en laboratorio.
Parte de este impulso se debe al deseo de encontrar alternativas alimentarias que sean más sostenibles, algo que preocupa al sector pesquero. Se calcula que el 34% de las poblaciones mundiales de peces están sobreexplotadas. Esto ocurre cuando se capturan más peces de los que pueden reproducirse, que hace que las poblaciones disminuyan.
Las emisiones también son un problema importante en la producción de alimentos, que representa más de una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El 31% de estas emisiones proceden de las explotaciones ganaderas y pesqueras y otro 18% de factores de la cadena de suministro como la transformación y el transporte. Según la web de Revo Foods, la producción del filete de salmón vegano utiliza entre un 77% y un 86% menos de dióxido de carbono y un 95% menos de agua dulce que la captura y el procesamiento del salmón convencional.
Está por ver si esta alternativa al salmón se convertirá en un éxito de ventas. La compañía austríaca cree que la clave del éxito de este tipo de productos «reside en recrear un sabor auténtico que atraiga al mercado flexitariano».
Pase lo que pase, el lanzamiento comercial de alimentos impresos en 3D podría marcar una nueva era en la producción de alimentos.