En La Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela del miércoles 20 de julio de 2022, bajo en N. 6710 extraordinario salió publicada la tan anunciada Ley Orgánica de Las Zonas Económicas Especiales que viene a dar respiro a la asfixiada economía insular.
Desde que se cerró el Puerto Libre los margariteños y cochenses soñaban para renovar sus fuerzas y empezar de nuevo el florecimiento de la economía insular. Por eso el Gobernador le dio al Presidente Maduro en nombre de los espartanos por esa decisión de confiar en Margarita como polo de inversión para generar beneficios a la economía nacional. Es que sin dudas desde el gobierno central creen en la propuesta del Gobernador Morel Rodríguez Avila que impulsó esa ley y junto a diputados de la AN entre ellos Oscar Ronderos pusieron su granito de arena para que al fin se hiciera realidad ese sueño de la grandeza en la región.
Esa Ley de Zonas Económicas Especiales viene a crear un mundo de sueños que se irá cristalizando en la medida que el Gobierno Nacional haga inversiones para que los comerciantes de la isla salgan de ese estado de depresión que los castigó por años.
Debe recordarse el escándalo que se armó cuando el Presidente Chávez ordenó cerrar el Puerto Libre por la cantidad de ilícitos de muchos comerciantes que hicieron un festival de la corrupción con los dólares preferenciales que aportaba el Gobierno Nacional y que eran tomados por comerciantes inescrupulosos que hicieron una fiesta con dineros del Estado.
Se dio el primer paso de la aprobación de la ley y veremos que pasos siguen para instrumentar los mecanismos para que se haga realidad la inversión del Estado en ese proceso de instalación de los negocios que funcionarán en la deprimida economía nacional. Es cierto que teníamos un Puerto Libre pujante y que manos negras contaminaron por enriquecerse de los dineros del Estado.
No podemos jugar al pesimismo enfermizo de no creer en nada y apostar al fracaso de Nueva Esparta sin antes ver como tratará el régimen de Maduro su promesa de repotenciar y renovar fuerzas comerciales en la isla para arrancar de nuevo la prosperidad de la región.
Dar solución al tema de las Zonas Especiales es ya una realidad y no podemos, ni debemos apartarnos de esa realidad plasmada en una ley que puede ser una suerte de realidad y una mentira como piensan los fanáticos anti régimen. Es evidente y claro que los voceros del régimen han prometido y no han cumplido, pero ante esa realidad estampada en la Gaceta Oficial no podemos apostar solo al fracaso.
Por encima de los fanatismo y odios de muchos solo nos queda apostar a la grandeza de ver de nuevo la explosión comercial en Margarita para que esas miles de almas que quedaron sin empleos por el cierre del Puerto Libre vuelvan de nuevo a tener espacios para ganarse la vida.
En su artículo 6 la Ley de Zonas Especiales contempla:
Desarrollar un nuevo modelo productivo, promover la actividad económica productiva, diversificar y aumentar las exportaciones, participar en las innovaciones, cadenas productivas y mercados internacionales, impulsar el desarrollo industrial de la nación, promover la sustitución selectiva de importaciones, contribuir con la diversificación de la economía del país, garantizar la transferencia tecnológica, asegurar el aprovechamiento pleno de las ventajas comparativas, asegurar el aprovechamiento pleno de las ventajas, impulsar el desarrollo de ventajas competitivas, crear nuevas fuentes de trabajo, incrementar la generación de ingresos para su justa distribución en la nación y velar por la sustentabilidad ambiental en los procesos productivos.
Con esa retahíla de principios se inicia una Ley de Zonas Especiales que aspira repotenciar la economía insular y es parte del sueño de los margariteños que quieren ver de nuevo el renacer de su economía.
Esa ley es una realidad plasmada en el papel y corresponde ahora a las fuerzas vivas del Estado impulsar esa propuesta cuyo objetivo no podemos desechar por falsos motivos que solo existen en la mente de quienes ven al régimen como un fantasma del mal.
No podemos ser tan pesimistas en un país que perdió hace rato la ilusión y se metió en las profundidades infierno para dejar entrever que no hay ninguna posibilidad de salir de las mazmorras de la nada.
En Margarita y Coche tenemos atractivos turísticos que permiten soñar despiertos con un futuro halagador y que no podemos dejarnos llevar por fanatismos enfermizos que desde ya hablan del fracaso sin todavía ver el bosque.
Vamos a apostar a la Ley Orgánica de Zonas Especiales y vamos a acompañar a Morel en su lucha por encontrar el camino del progreso y desarrollo de Nueva Esparta. Jugar a la mezquindad y a la nada no ha servido en los últimos años y por tanto parte importante de un estrepitoso fracaso que sale del alma de los incrédulos y críticos enfermos de frustraciones.
Solo nos queda creer que hay voluntad de transformación de esta Nueva Esparta que queremos y que llevamos en nuestra alma como una consigna de luchas. No es el momento para mostrar resentimientos porque hasta ahora esa ruta ha sido nefasta para el país.
ManuelAvila