Las enfermedades reumáticas como la artritis no deben considerarse un problema para mantener relaciones sexuales satisfactorias, adaptadas siempre al deseo y la condición física de cada persona.
Así lo indica a CuídatePlus Montserrat Romera, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y profesora de Reumatología en la Universitat Internacional de Catalunya, Barcelona, quien considera que la comunicación con la pareja es fundamental a la hora de abordar los sentimientos, necesidades, juegos y deseos sexuales: “Hay que reconocer la importancia de los mimos, caricias y cualquier contacto físico”, comenta Romera.
Pero, ¿deben tomar algún tipo de precaución las personas con artritis u otra enfermedad reumática al tener sexo? Según esta especialista, como consejos prácticos se recomienda evitar las temperaturas frías tomando una ducha o un baño caliente antes de la actividad sexual, así como prescindir del tabaco y el alcohol. “Lo ideal es estar descansado y relajado y se puede tomar una medicación contra el dolor 30 minutos antes de las relaciones y aplicarse gel lubrificante íntimo para minimizar las molestias durante el coito en caso de sequedad vaginal”, enumera Romera.
En casos de disfunción eréctil, la portavoz de la SER apunta que se pueden utilizar inhibidores de la fosfodiesterasa, siempre bajo indicación médica, y si no están contraindicados. “Del mismo modo que se usan dispositivos para ayudar en la cocina y en el trabajo, también se pueden recomendar dispositivos útiles para el sexo”, añade.
Seis posturas sexuales para personas con artritis u otra enfermedad reumática
Con respecto a qué posturas sexuales son mejores en caso de artritis u otra enfermedad reumática, la pauta general es que si la persona tiene dificultades para adoptar ciertas posiciones a causa de la rigidez o limitación de movimiento se opte aquellas posturas que sean más cómodas y eficaces para calmar el dolor. En su libro Reumasex, Romera recoge una serie de posturas sexuales recomendadas para estos pacientes:
- La primera de ellas, sería con la mujer boca arriba y el hombre apoyado en sus manos y rodillas. Esta postura en concreto se recomienda para hombres y mujeres con problemas de cadera, incluidos aquellos que tienen una prótesis total de cadera y mujeres con problemas de rodillas y de espalda. Por el contrario, esta posición debe evitarse en hombres con dolor lumbar intolerantes a la flexión y a la extensión del tronco.
- En la segunda propuesta de Romera, el hombre estaría ahora boca arriba y la mujer arrodillada, sosteniendo su propio peso en brazos y rodillas. Esta es una buena alternativa para hombres con problemas de cadera y rodillas, pero no para mujeres con artroplastia de cadera.
- La tercera opción, coloca a ambos de lado, quedando el hombre a la espalda de la mujer. Esta posición se aconseja tanto a hombres como a mujeres con dolores articulares en miembros superiores e inferiores.
- En la siguiente postura, la mujer vuelve a estar boca arriba con las rodillas flexionadas y perpendicular a la pareja, mientras que el hombre se ubica decúbito lateral. Esta es una recomendación para mujeres con restricciones en la movilidad de caderas y rodillas, pero no si tienen una prótesis de cadera.
- En esta ocasión, ambos estarían de pie y el hombre por detrás. Esta es una opción para pacientes que tengan dificultad para mantenerse boca abajo o de rodillas. Además, es la postura sexual más aconsejable para ambos sexos en caso de artroplastia de caderas.
- La última propuesta sería con la mujer, de rodillas, apoyada en la cama, mientras que el hombre se coloca por detrás. Esta posición es apta para mujeres con problemas de cadera, aunque no para personas son cirugías de rodillas recientes o con dolores lumbares.
La consulta médica, clave en la sexualidad
“Se tiene que fomentar una comunicación abierta y honesta entre el paciente, el médico y su pareja – si es el caso- en relación con las necesidades y preocupaciones sexuales: existen técnicas de comunicación que pueden utilizarse para que el paciente tenga la oportunidad de hablar de su sexualidad mediante preguntas abiertas para establecer cuáles son sus preocupaciones reales”, explica Romera.
En este punto, la portavoz de la SER reconoce que habitualmente la sexualidad no se aborda en las consultas ni tampoco se hace referencia a ella en los cuestionarios utilizados para valorar la calidad de vida de estos pacientes. “La evaluación de los problemas sexuales requiere instrumentos válidos y fiables, y que sean fáciles de aplicar. En este sentido, se ha validado en nuestro país un cuestionario (Qualisex) desarrollado y validado en Francia para pacientes con artritis reumatoide”, subraya Romera. Al respecto, esta especialista advierte que con este cuestionario será posible evaluar, tanto en la práctica clínica como en investigación, la sexualidad de estos pacientes, un aspecto que impacta de forma directa en la calidad de vida.