La modelo Kendall Jenner ha sido la última celebridad en lucir las joyas del mexicano Daniel Espinosa, y la primera fue Madonna, cuando su carrera apenas despegaba. Ahora, sus creaciones cautivan a famosas como Sharon Stone o Gwyneth Paltrow, además de aparecer en la serie «The Crown».
«Trato de crear colecciones llamativas que se conviertan en el marco de la persona que las lleva. Piezas muy atractivas visualmente», dice a Efe en una entrevista telefónica Daniel Espinosa, que estuvo en Madrid, donde presentó sus joyas en la Pasarela Latinoamericana en la capital española.
Sharon Stone, Halle Berry, Gwyneth Paltrow o Melani Griffith son solo parte del elenco de celebridades que optaron por lucir las piezas del creador, presentes además en ficciones como la serie «The Crown» o en la oscarizada «Cruella», que se llevó la estatuilla, precisamente, por el vestuario realizado por Jenny Beavan.
Espinosa, nacido en el seno de una familia de joyeros, creció respirando el oficio de la artesanía desde casa, y aunque estudió gestión de empresas, al finalizar supo que quería dedicarse a las joyas. «Me mudé a Los Ángeles (EEUU) y allí estudié en el Instituto de Gemología de América», dice.
Tras adquirir la técnica necesaria, buscó después su inspiración en viajes por el mundo. «Viajé mucho para aprender otras disciplinas que me sirvieran, como historia del arte en Italia o moda en Nueva York», apunta el creador, que sitúa a partir de ese momento el verdadero «origen» de su carrera creativa.
«Me siguen inspirando los viajes, están llenos de contrastes», añade sobre su motor creativo, que materializa en piezas que van desde líneas puramente geométricas a otras colecciones más orgánicas, en las que no tiene miedo de combinar metales plateados con otros dorados, como presenta en su colección «Memorias», un homenaje a México.
El resultado son piezas con baño de oro de 22 kilates o bien en baño de plata, con las que trata de potenciar un lujo accesible: «Hay piezas que parten de treinta euros o doscientos, lo que busco es que quien quiera tenga la oportunidad de acceder a mis joyas», explica.
Amparado en la artesanía y la moda lenta, tiene claro el rumbo de la industria, enfocado hacia la reutilización de materiales: «trabajo con piedras de calidad y también dando nueva forma a joyas ya existentes que en algún momento han significado algo para las clientas», dice sobre estas piezas, que «siempre van ligadas a la emoción».
Con cuatrocientos puntos de venta en diferentes partes del mundo entre tiendas propias y multimarca, además de tener como sello propio el gran tamaño de sus joyas, ha convertido algunas colecciones pasajeras en atemporales para la firma. Es el caso de «Cube», una línea de joyas geométricas por la que en su día se decantó Madonna.
«Fue la primera celebridad que llevó mis joyas, íbamos juntos a clases de cábala y fue nuestro maestro quien nos presentó», explica Espinosa, que en la actualidad trabaja con varias celebridades. «Me gusta trabajar de forma cercana con sus estilistas para así adecuar las piezas al momento en el que van a ser llevadas», concluye.
Entre ellas, se toma como un reto a la vocalista Dua Lipa: «me encantaría que pudiera llevar mis joyas», explica el creador, que mientras tanto sigue trabajando en difundir sus joyas de sello artesanal dentro y fuera del mundo de las celebridades.