En medio de la superioridad rusa en tropas y armamento, las fuerzas ucranianas intentan detener los rápidos avances de Rusia al noroeste de Avdivka, en la región de Donetsk, donde los residentes huyen para escapar de la ocupación.
Aunque limitados en escala si se comparan con toda la línea del frente, los recientes avances rusos cerca de la localidad de Ocherétine, al noroeste la ocupada ciudad de Donetsk, representan su mayor éxito después de la toma de la cercana Avdivka.
Además de esta aldea, en la que las fuerzas rusas controlan al menos el 80 %, en los últimos días las tropas del Kremlin han capturado varios pueblos cercanos.
Las fuerzas ucranianas se han replegado a las «posiciones preparadas» al oeste y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksandr Sirski, ha enviado refuerzos a la zona.
Huir a pie
Una residente de 97 años de Ocherétine, Lidia Stepanivna, caminó unos 10 kilómetros para escapar del pueblo atacado por Rusia, informó el lunes la Policía ucraniana. Su casa quedó destruida y sus familiares heridos, según relató en un vídeo.
Para escapar, la anciana caminó todo el día, sin comida ni agua, cayéndose exhausta varias veces. Se agarró a un bastón y a un palo y «a su carácter», según sus palabras, hasta que fue localizada por soldados ucranianos.
«Sobreviví a aquella guerra (la Segunda Guerra Mundial) y estoy sobreviviendo a esta guerra. Me he quedado sin nada. Pero salí por mi propio pie y aún me queda Ucrania», dijo.
Según ella, la ciudad no sufrió nada parecido durante la Segunda Guerra Mundial.
Soldados bajo presión
«Toda la industria militar rusa está intentando matarnos. Y nosotros, maldita sea, seguimos vivos», escribió por su parte en sus redes sociales Stanislav Aseyev, escritor de renombre y actualmente soldado de infantería combatiendo cerca de Ocherétine.
Según Aseyev, Rusia confía en las bombas aéreas guiadas para destruir las posiciones ucranianas y avanzar en la zona, mientras el país suplica más defensas aéreas a sus aliados.
«El problema con esas bombas es que nuestro sótano de ladrillos tiembla como si fuera una tienda de campaña aunque caigan lejos. Si están cerca, pierdes el oído. Si una bomba cae justo a tu lado, mueres, no importa dónde estés escondido», relató.
Esto es deprimente porque los soldados «saben que pueden morir en cualquier momento», subrayó.
«Uno tiene la impresión de que las unidades de nuestro Ejército en esta zona están sencillamente agotadas», escribió Kostantín Mashovets, analista militar, que apuntó a la «abrumadora» ventaja de Rusia en fuerzas y equipos allí.
Sin embargo, también cree que es poco probable que Rusia avance mucho más e intentará asegurar primero las posiciones cercanas porque la cuña de 10 kilómetros de largo que han abierto en este frente hace vulnerables a sus fuerzas a los ataques ucranianos desde los flancos.
Rusia ha sufrido grandes pérdidas, con 1.250 muertos o heridos en las últimas 24 horas, según Ucrania, cuyas fuerzas dependen de pequeños drones suicidas y de la munición de artillería que queda para repeler los asaltos rusos.
Tiempos difíciles por delante
La situación en la zona es el resultado de la acumulación de debilidades de larga data, según Frontelligence Insight, un grupo ucraniano de análisis militar.
El fracaso de Occidente a la hora de suministrar armas y municiones suficientes, la lenta movilización de Ucrania y la insuficiente construcción de posiciones fortificadas son algunos de los factores clave que aprovecha Rusia, subraya el análisis.
Es probable que Ucrania se enfrente a un verano difícil, antes de que la intensificación del esfuerzo de movilización y la llegada de más armas ayuden a estabilizar la línea del frente, advierten los analistas.
Los problemas para encontrar más tropas son comprensibles a medida que la sociedad ucraniana se adapta a los retos de la guerra, declaró a EFE Roman Pogorilí, director del grupo de análisis DeepStateUA.
Sin embargo, está seguro de que el país va a resolverlos, ya que su propia existencia «está en juego», pero una ayuda militar a tiempo sigue siendo de vital importancia.
Notiespartano/efe