La Unión Europea rechazó este lunes suspender el diálogo político con Israel por sus violaciones de derechos humanos en Gaza; una propuesta del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que a pocos días de terminar su mandato advirtió: «La Historia nos juzgará a todos, a todos».
«Yo he hecho lo que creía que tenía que hacer», dijo Borrell en una rueda de prensa tras presidir hoy el último Consejo de Exteriores de su mandato de cinco años como alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Y añadió: «He hecho una propuesta que creo que era la que, de acuerdo con mi juicio, correspondía hacer (…) Los Estados miembros no tienen por qué aprobarlas, y en este caso no la han aprobado. Han considerado, la mayoría de ellos, que era necesario seguir manteniendo en contacto diplomático con Israel».
El político español señaló que su propuesta, debatida hoy por los Veintisiete, está respaldada por un informe elaborado por el representante especial del Consejo de la UE para asuntos de derechos humanos, en base a recopilación de datos de violaciones publicados por agencias de Naciones Unidas y otros organismos internacionales que trabajan en Gaza, Cisjordania y Líbano.
Y, añadió, la puso sobre la mesa después de que la Comisión Europea «no haya propuesto nada» desde que España e Irlanda pidiesen un estudio del grado de cumplimiento de Israel de las obligaciones contraídas en el acuerdo de asociación que tiene con la UE.
Madrid y Dublín lideraron las peticiones para que la UE revise el acuerdo de asociación en vigor con Israel, cuyas reuniones -recordó Borrell- se interrumpieron en 2012 y no se retomaron hasta diez años más tarde, cuando él las recuperó. «No parece que nadie lo echara a faltar. Nadie dijo nada», comentó.
«He hecho una propuesta, los Estados miembros han considerado que más valía hacer otra cosa. Es su criterio, en su decisión, yo no puedo sino respetar la decisión mayoritaria tomada por los miembros del Consejo», reiteró.
Una oposición que quedó patente antes incluso del comienzo de la reunión de ministros de Exteriores, muchos de los cuales expresaron abiertamente su desacuerdo al llegar al Consejo, como por ejemplo, los jefes de las diplomacias de Alemania, Países Bajos, República Checa, Francia, Italia o Bélgica.
«Hay un nuevo ministro israelí, pronto habrá una nueva alta representante; vamos a esperar a esas dos oportunidades para poner en marcha el diálogo, porque hay mucho que discutir, incluyendo la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza», dijo el ministro neerlandés de Exteriores, Caspar Veldkamp, quien no entiende el «giro de 180 grados» dado, a su juicio, por Borrell.
Y es que «boicotear el dialogo con Israel no tiene sentido»: «Si se quiere trabajar por la paz, no se puede no hablar con Israel», señaló, por su parte, el ministro italiano, Antonio Tajani.
Sobre la mesa del Consejo hubo también nuevas sanciones contra Hamás y colonos israelíes violentos que «están atacando a los palestinos en sus casas y en sus tierras» en Cisjordania, y sobre las cuáles tampoco hubo un acuerdo «todavía».
Los ministros también debatieron qué medidas puede tomar la UE para asegurarse de que cumple con sus compromisos de no comerciar con productos fabricados en territorios ocupados, de acuerdo con las normas de la Corte Internacional de Justicia.
Una nueva oportunidad el 28 de noviembre
El jefe de la diplomacia europea subrayó que la destrucción generalizada de infraestructura civil y las muertes de civiles han llegado a un nivel «que no se puede tolerar».
Recordó los 44.000 muertos registrados en la guerra en Gaza, según los últimos datos facilitados por Naciones Unidas, desde que comenzó la ofensiva israelí en octubre de 2023, de los cuales «el 70 % de las personas que mueren en Gaza son mujeres o niños», cuya edad media es de «cinco años». «Es una guerra contra los niños», recalcó.
Para Borrell, lo que sucede en Líbano, Cisjordania o Gaza es suficiente para afirmar que «el proceso de paz tiene que reactivarse», y por esa razón será el anfitrión el 28 de noviembre, el último día de su mandato como alto representante, dijo, de la segunda reunión de la Alianza Global.
Una coalición internacional en apoyo a la idea de que un Estado palestino «sea posible» junto a Israel, y que será continuación de la celebrada el 30 de octubre en Riad, precisó Borrell.
«La palabra clave es implementación, hacer algo para que esto suceda. De lo contrario, serán palabras que no llevarán a ninguna parte y tenemos que ir a alguna parte. Necesitamos ir a por un acuerdo, por una solución a esta crisis interminable», concluyó.