La Unión Europea (UE) registró 253.000 muertes en 2021 que podrían haberse evitado si el bloque comunitario respetase los límites de contaminación del aire recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El dato para España, según el informe publicado este viernes por la Agencia Europea del Medioambiente (EEA, por sus siglas en inglés), es de 14.100 muertes en 2021 atribuibles a la exposición a partículas finas con menos de 2,5 micrones de diámetro (PM2.5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (O3) por encima de las directrices de la OMS.
«Si superpones los mapas de contaminación del aire y de PIB ‘per cápita’, hay una correlación. Las regiones más contaminadas son también las más desfavorecidas y no hay pruebas de que esa brecha se esté cerrando», declaró la directora ejecutiva de la EEA, Leena Ylä-Mononen, en una charla previa a la difusión del estudio con EFE y otros medios de comunicación.
Los expertos comunitarios apuntan que los valores registrados son más altos en el sur y el este de Europa que en el norte, con los países nórdicos con los niveles más bajos aunque «también hay episodios en las ciudades, por ejemplo en Helsinki», dice Ylä-Mononen sobre la capital de su país natal.
«La calidad del aire es peor en las ciudades. Se debe principalmente al transporte y la calefacción, y a que la mayoría de europeos vive en ciudades», resume la directora ejecutiva de la EEA, quien subraya que la polución atmosférica no solo provoca fallecimientos, sino que «también agrava o alarga enfermedades, empeorando la calidad de vida de los ciudadanos».
El 60 % de las muertes por PM2.5 en Europa viene de los sistemas de calefacción, según los autores del informe, que muestra que el 97 % de la población europea está expuesto a niveles de PM2,5 superiores a los indicados por la OMS, el 94 % a O3, el 90 % a N02.
«Quizá no vivas en una zona con altas concentraciones, pero estar constantemente expuesto tiene un impacto», indica el experto español de la EEA Alberto González.
El estudio presentado por la agencia de la Comisión Europea especifica que en la UE se pueden atribuir al menos 253.000 muertes al exceso de PM2.5, otras 52.000 a dióxido de nitrógeno y 52.000 a la exposición a corto plazo al ozono, si bien algunas de esas muertes se solapan y no se puede simplemente sumar todas las categorías.
El estudio mide únicamente las muertes atribuibles a niveles superiores a los que marcan las directrices de la OMS porque las evidencias son menos fiables por debajo de ese listón, aunque la agencia precisa que no hay pruebas de que exista «un umbral por debajo del cual la contaminación del aire no afecte la salud».
Negociación
Actualmente, en la UE se permite un máximo de 25 µg/m³ de PM2.5, un tope de 40 µg/m³ de NO2 y 120 µg/m3 de O3 con un máximo de exposición de 8 horas diarias, mientras que la OMS recomienda no rebasar los 5 µg/m³ para PM2.5, los 10 µg/m³ para NO2 y los 70 µg/m³ para O3, respectivamente.
La Comisión Europea propuso hace un año una revisión de la Directiva de Calidad del Aire para «acercar» los baremos de la UE a los máximos recomendados por la OMS en 2030, expediente en plena negociación definitiva entre el Ejecutivo comunitario, el Consejo de la UE y la Eurocámara, donde en las próximas semanas se definirá el esfuerzo que asumen los Veintisiete.
El Parlamento Europeo, la más ambiciosa en su enfoque de las tres instituciones, acepta los límites propuestos por la Comisión para 2030, pero exige a cambio adoptar en 2035 los límites recomendados por la OMS (que ningún país del mundo ha incorporado aún a su legislación).
La Agencia Europea del Medioambiente dispone de una aplicación para teléfonos (European Air Quality Index App) que permite comprobar la calidad del aire en tiempo real, de forma que los ciudadanos pueden adecuar sus comportamientos y, por ejemplo, esperar un par de horas para salir a hacer ejercicio si en ese momento la concentración de partículas contaminantes es demasiado alta.
Tendencia positiva
No todo es malo y los datos también muestran que los esfuerzos sostenidos por actualizar las diferentes normas que afectan a la calidad del aire arrojan resultados positivos.
Entre 2005 y 2021, el número de muertes atribuibles a las partículas PM2.5 cayeron un 41 %, lo que coloca a la UE en la senda de cumplir el objetivo de alcanzar un recorte del 55 % para 2030 y eliminar la contaminación del aire para 2050.
Notiespartano/800Noticias