El 22 de febrero de 1945 en sesión ordinaria la Junta Comunal del Municipio Aguirre acordó ceder el lugar donde funcionaba para que funcionara ahí el consultorio médico del pueblo. Y el 6 de marzo de 1945 por disposición del Presidente Encargado del Estado Guillermo Salazar Meneses fue convertido en Dispensario Médico en julio de 1945 y se le asignó un Médico Viajero que venía al pueblo una vez por semana. Este médico era Presentación Montaner Salazar residente de la Medicatura de Pampatar” (Nicanor Navarro).
Esta Sanidad en 1947-1948 apareció con el rango de Medicatura Rural Clase “A” y el 15 de febrero de 1954 el Gobernador Heraclio Narváez Alfonso ordenó construir en una parcela comparada a los hijos de Juan Reyes le construyó una sede propia con anexo para el médico residente y su primer médico fue José Chejín un médico de origen sirio muy querido en este pueblo roblero.
La Sanidad fue un espacio importante para la salud pilarense y fue una casa importante para el desarrollo de Los Robles. Entre los médicos destacados que sobresalieron en ese espacio de la salud mencionamos al Doctor Pedro Rodas Bravo “Pepé” un odontólogo con una discapacidad en una de sus manos y que fue el encargado por años de la salud bucal de los pilarenses.
Hay tantas anécdotas de Pepé y la extracción de piezas bucales que más de uno le soltó su madre al galeno cuando se afincaba en la silla para usar su pinza terminar con los dolores de muelas. Gran labor de Pedro Rosas hasta el punto de llevar el nombre de esta medicatura después que los próximos gobiernos municipales le colocaron su nombre en honor al trabajo realizado.
Después vendría uno de los médicos más apreciados por los robleros el doctor Juan Demóstenes Monasterios, un médico dermatólogo que se instaló en Los Robles para quedarse entre nosotros por siempre. Hizo una extraordinaria labor social éste Juan Monasterios en el pueblo y terminó haciendo familia en Los Robles al unirse a Ramonita una de las enfermeras de la medicatura. Bella esa muchacha que fue hasta reina de Los Robles en unos carnavales y sobre el cual fijó su mirada Juan Monasterios para quedarse entre nosotros hasta el fin de sus días. De esa unión con Ramonita tuvo sus hijos que quedaron como símbolos del amor de éste insigne médico por la población del Pilar.
Después estará la doctora Solange Jiménez la hija de Facundo y Olga que hizo un gran trabajo social al frente de la medicatura para dejar sus huellas en el trabajo de salud que se hizo en esta población por años.
En el gobierno de Félix Caraballo se le hicieron mejoras importantes a esta medicatura, posteriormente en el gobierno del Alcalde innombrable se remodelaron algunos espacios y cuando le tocó el mando a la doctora Darvelis Lárez también se aportó a la transformación de esta edificación.
En los gobiernos de Morel Rodríguez siempre tuvo la Sanidad de Los Robles donaciones y rehabilitaciones de sus espacios y la última vez que se hicieron mejoras fue en el peor gobierno de Nueva Esparta cuando Paco Muñoz dirigía las operaciones de la Gobernación de Nueva Esparta.
A esa medicatura le debemos mucho los robleros porque ahí nos hacían las consultas médicas, nos extraían los dientes y muelas sin anestesia y hasta suturas hacían para remediar las carencias de la época. En esa medicatura me extrajeron las primeras piezas y en una oportunidad cuando en una carrera de bicicletas tuve un accidente que me produjo una herida en una de mis piernas ahí me suturaron con tres puntos con la técnica de la grapa.
La Sanidad era un punto de encuentro por la cercanía con la escuela “Víctor Cedeño” donde hicieron los robleros la primaria y estaba exactamente al frente de los terrenos de Juan Reyes donde estaban las ciruelas más ricas de Los Robles.
Al frente de esa Sanidad se desarrollaban grandes partidos de pelotica de goma de los muchachos de la escuela y ahí presencié una de las peleas a puños más largas de la vida cuando Chuito el de Tacha y Mongo el de Maiilde estuvieron casi tres horas peleando a puño limpio en una disputa cruel y hostil. Al final no hubo ganadores porque los dos quedaron exhaustos por la larga batalla de dos gladiadores robleros.
Cuántos recuerdos de nuestra Sanidad hoy convertida en Medicatura Rural Tipo “B” y donde acude parta de la población roblera de escasos recursos a ver a sus niños y sus ancianos para preservar su salud. Esa medicatura es uno de los espacios para la colocación de vacunas, para el control de la natalidad y para emergencias que ocurren en el pueblo.
Vendrán los tiempos que la medicatura vuelva a tener el auge que tuvo en el pasado y que el Gobierno Nacional el encargado de la salud en el país empiece a ver en estos espacios la posibilidad de dar más atención al pueblo para generar políticas de salud de alto valor social.
PalestraInsular/ManuelÁvila