En la ciudad de Moscú, los pasajeros de un tren transiberiano pueden subir a bordo y no bajarse hasta 8 días después en tierras norcoreanas. Con sus 10.267 kilómetros, se trata de la ruta de tren más larga del mundo que se puede hacer sin ni siquiera bajarnos, y es que atraviesa de una punta a otra toda Rusia y llega hasta Corea del Norte pasando por siete husos horarios diferentes.
Las mejores vistas desde las ventanas
Con un recorrido tan largo por delante, las instalaciones y comodidades que nos ofrezca el transiberiano deben ser las óptimas. Por ello, este tren cuanta con decenas de compartimentos y un vagón restaurante, de manera que los viajeros tengan todo lo necesario durante el trayecto. Y por supuesto, cuenta con gran cantidad de ventanas desde donde contemplar el paisaje y ver cómo va cambiando durante la ruta: los bosques boreales se convierten en desiertos y estepas y estos en tundra.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que entrar a Corea del Norte no es tan sencillo, ya que solo podrán llegar hasta el final de la ruta, en Pyongyang, los ciudadanos norcoreanos o quienes hayan comprado el billete de tren con una agencia autorizada para organizar viajes en el país asiático. Por lo tanto, para el resto la ruta terminará en la ciudad rusa de Vladivostok, muy cerca de la frontera.
La ruta más común
Aunque el concepto del viaje de tren sin escalas más largo del mundo pueda parecer muy llamativo, lo más normal es hacer la misma ruta con uno que sí haga paradas, para así descubrir las bonitas ciudades rusas del camino.
Por ejemplo, unas de las primeras paradas de la ruta transiberiana corriente es Vladimir, a unos 200 kilómetros de Moscú. Aquí podremos visitar monumentos tan imponentes como la Puerta Dorada o la Catedral de la Dormición. Otra escala imprescindible es Kazán y su espectacular arquitectura marcada por edificios como la mezquita de Kul Sharif.
Seguimos el recorrido y llegamos a la ciudad de Irkutsk, que destaca por su precioso entorno natural, y es que cuenta con el lago Bakial, el lago más profundo de todo el planeta. Por último, antes de pasar a tierras norcoreanas, llegaremos finalmente a Vladivostok.