Los estados de Yucatán y Quintana Roo componen la península de Yucatán, uno de los puntos más visitados de México gracias a encantos como sus ruinas mayas y sus fabulosas playas y cenotes, donde nadar rodeado de una impresionante belleza natural. Pero son muchas las experiencias que los amantes de las actividades acuáticas pueden vivir en Riviera Maya.
Adentrarse en la reserva de Sian Ka´an
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, esta zona es la de mayor extensión natural protegida en el Caribe mexicano. Alberga gran diversidad de flora y fauna en sus 120 kilómetros de longitud, comprendidos en 650 mil hectáreas, donde realizar excursiones en barca por manglares exuberantes, pasear por playas y dunas doradas o bañarse en cenotes. Y es que Sian Ka´an es «donde nace el cielo» según su traducción del maya.
Nadar con el tiburón ballena
Flotar a unos metros de un tiburón ballena es una de las experiencias más alucinantes que se pueden vivir desde lugares como Cancún, Isla Mujeres o la isla de Holbox, al norte de la península de Yucatán. Los peces más grandes del mundo pueden llegar a vivir cien años, y visitan estas costas entre los meses de junio y septiembre.
Pegarse un chapuzón en los cenotes
En todo viaje a Riviera Maya resulta imprescindible saltar a sus cenotes, unas maravillosas dolinas inundadas con hipnóticas aguas turquesas. Ya sean cerradas por sus paredes calizas o abiertas al cielo, están envueltas por una sorprendente naturaleza con la que ensimismarse flotando entre estalactitas y lianas. Algunos de los mejores cenotes son Suytun, Ik-Kil o Dos Ojos.
Bucear en el segundo arrecife más grande del planeta
Las aguas de Riviera Maya esconden uno de los mejores ecosistemas marinos del mundo, el segundo arrecife coralino más grande del planeta tras la Gran Barrera de Coral de Australia. El arrecife Maya, también conocido como arrecife Mesoamericano, mide unos 1.000 kilómetros en los que, además de los 300 kilómetros correspondientes al caribe mexicano, abarca las costas caribeñas de Honduras, Guatemala y Belice.
Relájate en la Isla de Holbox
Las playas caribeñas de fina arena y aguas turquesas muestran todo su esplendor en la isla de Holbox, al norte de la península de Yucatán. Desde Punta Mosquito hasta Punta Cocos, los arenales que la abrazan son estupendos para pasar largas jornadas en sus chiringuitos y hamacas colgando sobre el mar.
Durante las noches oscuras, en la bahía situada junto la playa Punta Cocos, se puede contemplar cómo las aguas se iluminan gracias al asombroso fenómeno de la bioluminiscencia.
Recorrer las salinas de las Coloradas
Al norte de la península de Yucatán, los colores imposibles de estas antiguas salinas iluminan de magia los paisajes de la Reserva de la Biosfera de Río Lagartos. Hasta sus lagunas, teñidas de rosa debido a la concentración de sal y microorganismos que la habitan, llegan decenas de flamencos y otras aves. La forma más completa de visitar las salinas es realizando un safari en un camión por todo su territorio. Aunque en ellas no podrás bañarte, sí podrás hacerlo en playas cercanas como la de Las Coloradas.