MADURO VENCIÓ A GUAIDÓ Y A ESTADOS UNIDOS
(THE WASHINGTON POST)
Según un análisis realizado para Bloomberg por Ezra Fieser y Andreina Itriago Acosta, publicado por el diario estadounidense The Washington Post el pasado 9 de febrero 2023, el presidente venezolano Nicolás Maduro le ganó al imperio más poderoso del planeta, los Estados Unidos de Norteamérica, y al pupilo que escogió el gobierno del expresidente Donald Trump, la confrontación que comenzó el 23 de enero de 2019, cuando el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó “presidente interino” de nuestro país, en estricta aplicación de la “línea política” de la Casa Blanca para Venezuela del estado paralelo.
Señala el trabajo publicado por el diario estadounidense (Traducción del texto original en inglés realizada por Google):
“En 2019, Juan Guaidó se autoproclamó el verdadero líder de Venezuela. El líder de la oposición, de cara fresca, se reunió con los líderes mundiales en Davos, recibió una ovación de pie en un discurso sobre el estado de la Unión de los Estados Unidos del presidente Donald Trump y encabezó protestas gigantes en Caracas. Se desarrolló un punto muerto, ya que Guaidó no pudo derrocar al presidente Nicolás Maduro y, Maduro no pudo apagar el apoyo público a Guaidó. Cuatro años de limbo terminaron con Guaidó expulsado como jefe de la oposición, y Maduro recuperando el reconocimiento de muchos gobiernos extranjeros. Ha orquestado un repunte económico sorprendente, aunque frágil, con la ayuda del alivio de las sanciones de la administración Biden.
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¿Cómo se desarrolló el punto muerto?
Guaidó se proclamó presidente interino al afirmar que la constitución de Venezuela le permitía dar ese paso al frente de la Asamblea Nacional, a la que calificó como el último órgano elegido democráticamente del país. Maduro, que había sido elegido por estrecho margen después de la muerte del presidente izquierdista Hugo Chávez en 2013, ganó la reelección en 2018 en una votación que la oposición y los observadores extranjeros calificaron de fraudulenta. Los gobiernos extranjeros, encabezados por los EE. UU., cambiaron su reconocimiento a Guaidó, respaldándolo como el líder legítimo. Eso dejó a Venezuela en una situación extraña: Maduro ostentaba la presidencia en Caracas y todo el poder en Venezuela, pero Guaidó era reconocido como presidente interino por decenas de gobiernos extranjeros.
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¿Qué llevó a la caída de Guaidó?
Maduro nunca perdió el apoyo de las fuerzas armadas y policiales del país. Guaidó inicialmente parecía representar una seria amenaza para el régimen, ya que pudo sacar a las calles grandes multitudes antigubernamentales repetidamente. Su reconocimiento por parte de gobiernos extranjeros le dio acceso a importantes recursos, incluido el oro en el extranjero, cuentas bancarias y activos como la refinería estadounidense Citgo Corp. Pero después de que los soldados rechazaran los llamados a desertar y las protestas fueran dispersadas por la policía, el movimiento perdió fuerza, un cambio acelerado por las interrupciones de la pandemia de Covid en 2020. La presión sobre Maduro disminuyó a medida que la economía del país mejoró de catastrófica a simplemente mala. A fines de 2022, todos menos un puñado de países, habían dejado de reconocer a Guaidó o cambiaron su reconocimiento a Maduro. El apoyo de Guaidó cayó en casa a solo el 12% desde el 60% en 2019. Se abrieron fracturas dentro del movimiento de oposición. En diciembre, la mayoría de los legisladores de la Asamblea Nacional (la de 2015-2021) liderada por la oposición votó a favor de poner fin a su gobierno interino, destituyéndolo efectivamente como la figura clave entre las fuerzas anti-Maduro.
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¿Qué condujo a la mejora económica?
Después de que los precios mundiales del petróleo cayeron abruptamente en 2014, Venezuela, que contaba con el petróleo para el 98% de sus ingresos, se sumió en una crisis. Para 2018, la inflación se disparó a 250,000% anual y surgió una escasez constante de todo, desde fórmula para bebés hasta papel higiénico, lo que finalmente llevó a más de 7 millones de residentes a huir. La producción de petróleo cayó más de la mitad después de que Estados Unidos impusiera sanciones a las exportaciones. A partir de 2020, Maduro aflojó los controles de precios y permitió la circulación del dólar estadounidense; ya se estaba utilizando ampliamente en el mercado negro cuando la moneda de Venezuela, el bolívar, perdió su valor. Adoptó algunas políticas más favorables al mercado, reduciendo los gastos del gobierno, deshaciendo las expropiaciones, reduciendo la intervención en las actividades del sector privado y levantando los aranceles sobre miles de productos importados.
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¿Dónde salió eso del país?
Las medidas de Maduro ayudaron a impulsar temporalmente la inflación mensual a un solo dígito para 2022, aunque siguió siendo la más alta del hemisferio, y redujeron la pobreza. También crearon burbujas de prosperidad en algunas áreas, especialmente en Caracas, donde volvió una sensación de normalidad. La proliferación de dólares y la disponibilidad generalizada de productos básicos fue suficiente para sofocar la mayor parte de la presión sobre Maduro. Mientras tanto, las victorias electorales de los líderes de izquierda en Colombia y Brasil le permitieron contar con una recepción regional más amigable, con nuevas iniciativas centradas en la cooperación económica. Portugal y España nombraron recientemente embajadores en Caracas, mientras que EE.UU. abrió una línea directa de comunicación con el régimen, mejorando sus perspectivas de recuperar el reconocimiento internacional. Estados Unidos también alivió algunas sanciones a la importante industria petrolera para el miembro fundador de la OPEP a finales de noviembre después de que el gobierno firmara un acuerdo humanitario con la oposición. Eso incluyó una licencia para Chevron Corp. para aumentar algunas operaciones. Sin embargo, la mayoría de las restricciones siguen vigentes y la administración Biden ha amenazado con endurecerlas si las negociaciones con la oposición no avanzan.
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¿Dónde deja esto a la oposición?
Tras la disolución de la administración interina de Guaidó, las fracturas se ampliaron entre los numerosos partidos que conforman la oposición. El propio partido de Guaidó, Voluntad Popular, se alejó de una coalición conocida como G4, y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, acusó a varios otros líderes de la oposición de ser cómplices de Maduro. Mientras tanto, otros tres partidos nombraron una junta de tres políticos exiliados para dirigir la Asamblea Nacional, encabezada por una médico poco conocida que vive en España. Sin embargo, el nuevo liderazgo tiene poca influencia sobre el movimiento prodemocrático de Venezuela. Y las disputas públicas han puesto en duda si la oposición puede llevar a cabo un plan para realizar elecciones primarias y unirse detrás de un solo candidato para enfrentarse al candidato del gobierno, probablemente Maduro, en las elecciones de 2024.
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¿Qué busca la oposición?
Delegados de la oposición realizaron dos rondas de diálogo con el gobierno de México; en 2022, llegaron a lo que parecía ser un acuerdo revolucionario para unir fuerzas y trabajar en algunos de los problemas humanitarios que enfrenta el país, como reparar las redes eléctricas y el sistema de agua, mejorar las escuelas y comprar medicamentos y vacunas. La idea era utilizar unos 3.000 millones de dólares en fondos que habían sido congelados en cuentas extranjeras para permitir que las Naciones Unidas realizaran el trabajo. Pero implementar el plan ha sido un proceso más lento y complejo de lo que se pensó inicialmente, con dudas sobre cómo se administrarían los fondos, la mayoría de los cuales se encuentran en cuentas bancarias en el extranjero. La oposición ha estado pidiendo garantías de que en las elecciones de 2024 se invitaría a observadores electorales independientes y se permitiría la postulación de candidatos previamente prohibidos. Pero Maduro y su principal negociador, Jorge Rodríguez, han declarado que no están dispuestos a volver a la mesa de negociaciones hasta que se implemente el plan humanitario. Mientras tanto, EE. UU. ha amenazado con “retirar” las sanciones que impuso si Maduro no hace concesiones a través del proceso de negociación”.
Este trabajo es uno de los tantos que se encuentran en internet, los cuales son inmensamente reveladores no sólo del resultado de la disputa Maduro vs. EEUU-Guaidó, sino que además constatan la percepción de debilidad de la oposición venezolana en el mundo entero. Sobran las palabras.
TIPS EN SU TINTA
UNA MEJOR OPOSICIÓN
No existe duda alguna de que Venezuela merece una mejor oposición. Son más de 24 años de desaciertos, de victorias parciales convertidas en derrotas colosales. De marchas y contramarchas. En definitiva, han logrado algo que lucía complicado, que el país nacional los perciba como un obstáculo para la recuperación económica y de la calidad de vida de la gente.
EN JUSTICIA
Sin embargo, hay que señalar en honor a la verdad que la mala percepción de la oposición, es con quienes convirtieron la victoria electoral que conquistaron en las parlamentarias de diciembre del 2015, en una derrota política de marca mayor por sus ejecutorias.
DESENCANTO
Definitivamente, los partidos políticos que integraron el frente opositor del 2015 que alcanzó el triunfo en la AN de 2015, los integrantes del G4 (para ese entonces completicos y uniditos); Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Voluntad Popular (VP), más los factores minoritarios; Vente Venezuela, Causa R, Convergencia, Proyecto Venezuela y Alianza Bravo Pueblo, reunidos en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), defraudaron la confianza del electorado venezolano que mayoritariamente les respaldó en ese proceso.
NO PODIA SER DE OTRA MANERA
Se consiguieron con la victoria de manera sorpresiva, sin plan político, sin unidad de comando y, sobre todo, albergando en su seno el núcleo dirigente más vanidoso y egocéntrico que haya conocido la crónica política de nuestro país. Insólitamente dilapidaron un importante capital político.
REPARTO DE LA TORTA
Se repartieron la torta de la Asamblea Nacional con un acuerdo de rotación para asumir la presidencia de la AN de acuerdo con el número de curules obtenidas. Según ese arreglo el orden habría sido; PJ, AD, UNT, VP y los grupos minoritarios quienes escogerían de su seno el presidente del último año de legislatura de ese período. Pero comenzando irrespetaron el convenio y un acuerdo entre AD y Voluntad Popular, despojó a PJ del primer turno en la rotación. Luego de esa alteración en el orden convenido, correspondió el turno a PJ, después a UNT y finalmente a VP. Las minorías nunca lograron acceder a esa posición.
POR SUS OBRAS LOS CONOCEREIS
Henry Ramos Allup, Julio Borges, Omar Barboza y Juan Guaidó, ocuparon la presidencia de la AN. En el 2017 se desató nuevamente la violencia callejera, se “encrespó” el clima político y el entonces presidente de la AN, Julio Borges, creyó que la “mesa estaba servida” y jurando que la violencia y el impacto de las sanciones económicas en la calidad de vida de los venezolanos que se empezó a sentir con mucha fuerza por ese tiempo desataría una insurrección popular que contaría con respaldo militar, desafió al gobierno nacional. Creyó que asumiría como presidente de Venezuela.
SUBESTIMACIÓN
Nuevamente creyeron que el “mandado estaba hecho” y subestimaron la inteligencia política del presidente Nicolás Maduro, quien convocó la elección de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que le devolvió la paz a la República. El gobierno tomó la ofensiva, la ANC decretó el adelanto de un semestre de las elecciones presidenciales para abril de 2018, que fueron pospuestas para mayo de ese año a petición de la oposición, se realizaron, y Nicolás Maduro se alzó con la victoria.
DESCONOCIMIENTO
Nuevamente la oposición desconoció el resultado y comenzó un período de “tensa calma” mientras Omar Barboza ocupó la presidencia de la AN (2018), hasta que en el 2019 le correspondió la presidencia del poder legislativo a Juan Guaidó, un dirigente de la tercera línea de VP, quien por instrucciones de Leopoldo López, venía siendo entrenado por sus “amigotes” de los EEUU, para “autoproclamarse como presidente interino” de nuestro país el 23 de enero de 2019, recibiendo inmediatamente el apoyo y reconocimiento del gobierno de Donald Trump y de sus aliados en Europa y Suramérica.
HISTORIA CONOCIDA
No voy a contar nuevamente la historia de las “ejecutorias” del señor Guaidó, sólo recordar el Venezuela Aid Live, del 23 de febrero de 2019 en Cúcuta, Colombia; la fallida intentona de golpe de estado del 30 de abril de ese mismo año que sólo sirvió para facilitar la fuga del país de Leopoldo López; y el intento de invasión paramilitar de 2020 conocido como Operación Gedeón, que conforman la trilogía más vergonzosa de las iniciativas político-militares conducidas por el personaje.
OPOSICIÓN DECANTADA
Tantas derrotas y humillaciones políticas han servido para que varios grupos y personalidades de la oposición venezolana hayan decidido avanzar en su propio camino. Unos, la mayoría de los más antiguos, de regreso de las prácticas antidemocráticas que transitaron un rato, a la ruta constitucional, democrática y electoral. Otros, la mayoría de los más jóvenes y nuevos dirigentes de la política criolla, andan construyendo su propio proyecto. Esperamos que estos no sufran del mal de la “prisa” y se mantengan por la senda democrática. Sobre ellos escribiremos en próximas entregas.
SAN VALENTÍN
Ya comenzaron los “odiantes” a empavar el Día de los Enamorados. Una “analítica” empresa estudiosa de tendencias económicas, sentenció que los venezolanos no celebrarán ese día porque los restaurantes, el alcohol y los hoteles han encarecido mucho sus precios. Lo mismo decían del estadio Monumental Simón Bolívar, afirmando que sería imposible llenarlo por los costos de la boletería y resultó que la Serie del Caribe, se jugó a casa llena todos los días y la participación del publico fue record en la historia de la serie. Los “sesudos” analistas olvidan que los venezolanos somos ampliamente recursivos y, de cualquier forma, donde sea y como sea celebramos el día de San Valentín. ¡PAREN DE SUFRIR!
TIPS DE MARGARITA, COCHE Y CUBAGUA
POSICIÓN ADELANTADA
Los 45 primeros días del 2023 han estado «movidos» para unos cuantos personajes de la política local que todavía no superan que Morel Rodríguez Ávila, resultó electo gobernador en las mega elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021. En un ejercicio de «política ficción» se inventaron comenzando el año, que Morel estaba muy enfermo y se vería forzado a abandonar la gobernación, por lo que se convocarían elecciones adelantadas en Nueva Esparta. La estupidez hecha política llegó al extremo de que los participantes en la «conspiración», intentaron convertir la reunión anual de una cofradía de “puros hombres” que se da cita cada diciembre, en el acto de lanzamiento del «ungido» candidato para las elecciones «anticipadas». Lo cierto del caso es que la fuerza de las circunstancias les demostró que el titular de la gobernación está en perfecto estado de salud ejerciendo las funciones inherentes al cargo y no existe posibilidad alguna que eso cambie. Sin embargo, los «confabulados» siguen en su empeño de torpedear la gestión del gobernador y, jugando “posición adelantada” andan buscando candidato a la gobernación para las elecciones del 2025. Se les olvidó que antes, en 2024, se realizarán las elecciones presidenciales. Señores, busquen oficio.
JoséGregorioRodríguez/[email protected]
