Más de 24 horas después de la rotura de la presa de Nova Kakhovka, la operación de búsqueda y rescate en Jersón sigue en pleno apogeo.
Las autoridades y los voluntarios siguen utilizando botes de madera y lanchas neumáticas para evacuar a las personas —y a un gran número de gatos y perros— que se quedaron varadas mientras el nivel del agua seguía subiendo durante la noche.
Llevan trabajando sin descanso desde que la ciudad empezó a inundarse y ahora, agotados y desbordados, son una parte más de esta tragedia.
Las personas que bajan de las embarcaciones están visiblemente conmocionadas por la terrible experiencia, y algunas rompen a llorar cuando por fin llegan a tierra firme. Los animales también parecen angustiados. Los constantes aullidos y maullidos resuenan en la escena mientras continúan las operaciones.
Algunas zonas a las que se podía acceder a pie este martes están ahora completamente sumergidas; en algunos lugares, el agua tiene hasta cuatro metros de profundidad. Sin embargo, las autoridades tienen la sensación de que el nivel del agua, aunque sigue subiendo, lo hace a un ritmo más lento.
Crisis humanitaria
Mientras la crisis humanitaria sigue desatándose ante nuestros ojos, la guerra está siempre presente y Jersón sigue siendo en gran medida una ciudad de primera línea.
La artillería entrante y saliente —cohetes, morteros, etc.— pudo oírse a todas horas durante todo el día de este martes y luego durante toda la noche y la mañana de este miércoles.
Los bombardeos parecen haberse calmado en las últimas horas, pero aún se oyen disparos esporádicos a lo lejos.
No obstante, el gobierno ucraniano promete que los estruendos de la guerra no afectarán a las operaciones de búsqueda y rescate.
«Tenemos que seguir adelante aunque continúen los bombardeos, como pueden oír», declaró a los periodistas en el lugar de los hechos el ministro del Interior interino, Ihor Klymenko, mientras se oían disparos de artillería a lo lejos. «Nuestra gente tiene el equipo de protección necesario».
No hay tregua, ni siquiera en medio de la tragedia.
Notiespartano/CNN.com