El neurólogo Oliver Sacks contaba en su famosísimo libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero algunos de los casos médicos más peculiares y extraños de la historia: desde el hombre que inspira el título del libro y que trata de agarrar la cabeza de su mujer para ponérsela en la suya, como si de un sombrero se tratase, al que no percibe ni reconoce su propia pierna y cree que es la de un muerto, hay muchísimas enfermedades neurológicas que podrían sorprendernos pero que existen y causan a los enfermos verdaderos problemas.Una de ellas es el llamado síndrome de Cotard, un extrañísimo trastorno neuropsiquiátrico que hace que las personas que lo sufren crean que son cadáveres andantes (literalmente).
Otras consideran que son espíritus incorpóreos que vivirán para siempre, como bien relata Science Alert. No importa las variaciones específicas, los pacientes con Cotard experimentan una realidad profundamente distorsionada, en la que niegan la existencia de sus cuerpos y sus necesidades cotidianas. ¿Uno de los problemas? La inanición, al considerar que no necesitan alimentarse.
Experimentan una realidad profundamente distorsionada, en la que niegan la existencia de sus cuerpos y sus necesidades cotidianas
Dos ejemplos terroríficos de esta enfermedad: Una mujer de mediana edad con antecedentes de ansiedad y psicosis comenzó a experimentar delirios nihilistas. Empezó a decir cosas como: «Estoy muerta». Luego, dejó de comer y se negó a tomar medicamentos. Otro estudio al respecto involucra a un hombre de 49 años que dejó de preocuparse por su bienestar corporal y comenzó a regalar sus pertenencias. Se negó a comer y pensó que querían matarlo. Una semana después de ser ingresado en el hospital, el paciente dijo a los médicos que ya estaba muerto y que «su estómago no funcionaba, su hígado estaba descompuesto, su cerebro estaba paralizado y su rostro no tenía sangre». Se quedó inmóvil en su cama y afirmó escuchar voces que le decían que era el diablo.
Actualmente existen alrededor de un centenar de casos similares en la literatura científica. La primera información al respecto data de 1880, cuando el médico francés Jules Cotard estudió el caso de una paciente que aseguraba no tener cerebro, nervios, estómago o incluso alma. Unas semanas después de que los médicos le recetaran aripiprazol, un medicamento utilizado para tratar la esquizofrenia, sus síntomas mejoraron. Hoy en día, algunos científicos sospechan que la enfermedad de Cotard puede no ser una enfermedad distinta, sino un síntoma de problemas subyacentes como trastorno bipolar, esquizofrenia, depresión o antecedentes de consumo de drogas o convulsiones.
En 1880 el médico francés Jules Cotard estudió el caso de una paciente que aseguraba no tener cerebro, nervios, estómago o incluso alma
Hoy en día se sigue sabiendo muy poco del síndrome de Cotard, aunque parece claro que casi el 90% de los pacientes tienen síntomas depresivos, mientras que el 65 por ciento tiene ansiedad. La buena noticia acerca de esto es que, gracias a eso, los síntomas se pueden tratar de manera efectiva con antipsicóticos, antidepresivos o incluso psicoterapia.