Qeqertaq Avannarleq está considerada la isla más septentrional del mundo, es decir, el punto de tierra más al norte. Su nombre significa exactamente eso, o significaba, porque resulta que ha desaparecido como por arte de magia. ¿Qué motivo ha podido borrarla del mapa? ¿A dónde ha ido a parar? ¿Qué significa ahora su ausencia? Los científicos se están haciendo muchas preguntas al respecto, y también están planteando algunas posibles razones detrás de este misterio.
Desde la década de 1930, varias islas han ido siendo detectadas para acabar perdidas tiempo después. En el transcurso del planeta, no deben resultar giros novedosos, pero lo cierto es que para nuestra percepción de este lo están siendo, sobre todo porque de su pérdida trasciende un futuro peligroso.
La alucinación de los cartógrafos
Usando una cámara gran angular, el equipo científico filmó cuidadosamente el área. Al comparar las encuestas antiguas con observaciones directas, se dieron cuenta de que faltaban dos islas, las apodadas Albert Edward Land y Harmsworth Land. Pero aún desconocían muchos patrones geográficos, y no tenían las herramientas actuales para indagar en la sorpresa. Sin buscar una razón física específica, por tanto, concluyeron rápido que todo se debería a una alucinación de los cartógrafos anteriores.
El asunto, sin embargo, ha ido tomando forma a medida que la cuestión cartográfica se ha entendido más allá del descubrir. Con la problemática del cambio climático, especialistas de Suiza, Groenlandia y Dinamarca se reunieron en 2022 para levantar el velo sobre las extrañas desapariciones de estas islas. Había que encontrar qué estaba aconteciendo exactamente en las aguas que alguna vez las rodearon.
Esta vez, un equipo de profesionales viajó para sondear las tierras subpolares del norte utilizando equipos láser de última generación. Así, el equipo analizó la densidad del hielo y examinó las aguas congeladas del mundo boreal.
Pista: no eran islas
Sus resultados han conseguido poner fin a todas las suposiciones místicas que supuestamente explicaban este misterio. Al parecer, el asunto era mucho más sencillo que cualquier leyenda al respecto, claro: «Nuestro trabajo muestra inequívocamente que todas estas ‘islas’ reportadas son icebergs planos«, asegura René Forsberg, investigador del Departamento de Investigación y Tecnología Espacial (DTU Space) y coordinador del proyecto.
Por lo tanto, estas islas no son realmente islas en el sentido estricto del término, sino grandes bloques de hielo, de 20 a 30 metros de espesor, cuya parte superior aplanada está cubierta de tierra y rocas arrancadas durante su brutal separación de los continentes. Al final, tras años sosteniéndose emergidos, acaban menguando tanto que el agua se los traga. ¿Te suena esto de algo? Claro, son desvanecimientos bastante comunes, desgraciadamente más de lo que deberían serlo en la actualidad.
Con el aumento de las temperaturas atmosféricas y oceánicas globales, los icebergs no soportan la fuerza de las mareas que antaño les mantenían, y su pérdida constante supone la aceleración en el aumento de los niveles de agua líquida en todo el planeta, con todas sus posibles y complejas consecuencias para la vida en él.
Por ahora, la nueva isla más septentrional del mundo está a 707 km del Polo Norte. Bautizada como Kaffeklubben en 1921, cuando fue descubierta, esta tierra deshabitada es, a diferencia de las «islas fantasma», un área emergida cuyos cimientos descansan sobre una corteza terrestre.