Cuando evocamos a Eros, dios de la pasión y el amor, no siempre lo compartimos con una pareja sexual. El autoerotismo, o simple y llanamente, la masturbación, ha demostrado tener dilatados beneficios para la salud. Sin entrar en detalladas explicaciones científicas, proporcionarse placer sexual a uno mismo libera dopamina, un neurotransmisor que activa el ‘centro del placer’ del cerebro; y endorfinas, que disminuyen el dolor.
Si bien cada uno es libre y conoce la forma más efectiva de explorar sus genitales y otras zonas erógenas, existen ingenios humanos para todos los gustos, diseñados para adaptarse a la anatomía de ambos sexos. El mercado de los juguetes sexuales permite amplificar el placer de la masturbación. Pero, entre tanta variedad, ¿cómo elegir el más apropiado? Hemos recurrido a Valérie Tasso, escritora, sexóloga, Embajadora para España de la marca LELO y colaboradora habitual de Muy Interesante.
“Son varios los factores que pueden ayudarnos a determinar qué artilugio puede resultar una elección óptima, pero entre todos ellos yo resaltaría dos: el nivel de desarrollo y conocimiento, así como el grado de madurez de la persona interesada; y la apetencia concreta que dicha persona pueda sentir en determinado momento”, comenta Valérie. “Naturalmente, no es lo mismo una chica joven que empieza la exploración del proceso dinámico de su sexualidad que el de una mujer que ya conoce bien su respuesta sexual y sabe gestionarla».
El clítoris como centro de la ‘plataforma orgásmica’
Al pensar en juguetes sexuales para mujeres, suele venirnos a la cabeza un aparato en forma de pene artificial. La penetración sigue teniendo un gran protagonismo en el imaginario de la masturbación femenina, pese a que el clítoris es el único órgano diseñado exclusivamente para el placer, y que es, de hecho, el centro del disfrute sexual de la mujer. En este sentido, según la sexóloga, “es poco sensato recomendarle a una jovencita que busca su primer orgasmo o una cierta regularidad primeriza los juguetes de carácter ‘intrusivo’ (los que pueden simular el coito vaginal o anal o estimuladores del ‘punto G’) para esa finalidad, pues lo que conviene es que explore su respuesta sexual y anatómica desde la llamada ‘plataforma orgásmica’ (el clítoris, fundamentalmente y la vulva en general)”.
“De la misma manera, tampoco es lo mismo a la hora de realizar una recomendación si existe una dificultad sexual de partida, como podría ser la anorgasmia o el vaginismo, o si no existe ninguna”, continúa Valérie.
La hegemonía de los ‘succionadores’ de clítoris
Afortunadamente, la conciencia del clítoris como centro de placer está tomando el protagonismo que le fue arrebatado durante siglos, a través del coito por la ideal del locus genitalis (solo el sexo con finalidad reproductiva). En los últimos años, el foco de los juguetes sexuales femeninos ha dejado de estar en el ‘dildo’ para pasar a iluminar a los estimuladores de clítoris, conocidos popularmente como ‘succionadores’. Valérie, no obstante, nos recuerda que no todos los llamados ‘succionadores’ de clítoris succionan o aspiran; algunos, como SONA 2 CRUISE de LELO, lo estimulan por ondas sónicas. Es decir que el objeto emite unas ondas sónicas, no hay contacto entre el objeto y el clítoris, lo cual tiene una ventaja maravillosa; no lo irritan. Además, estimulan el 75 % del clítoris (no solo la parte visible, sino la parte interna también). Estas ondas son absolutamente inocuas. De hecho, siempre se han usado en medicina de la imagen (ecografías en mujeres embarazadas, etc.).
Los mitos de la masturbación masculina
¿Tienen los hombres más complejos a la hora de usar juguetes sexuales? Valérie cree que sí: “Posiblemente es debido a que ellos siguen considerando más la masturbación como un remedio, un apaño, un sustituto de algo que no se ha podido conseguir, con lo que uno de los pilares de la virilidad queda en entredicho”.
“También porque para ellos es mucho más sencillo y directo desde las más tiernas edades el procurarse un orgasmo, con lo que su investigación a través de esta erótica autónoma (los juguetes) deviene o la consideran menos necesaria”, añade.
Sin embargo, y si bien en el imaginario social parece que el clímax de los hombres es algo mecánico y simple, hay muchos mitos que alimentan esta falsa creencia. La sexualidad humana es muy rica y compleja, lo cual incluye a los hombres, quienes también disponen en el mercado de muchos aparatos para maximizar su placer, como las copas masturbadoras. Los hombres introducen su pene en ellas, que se activan para proporcionar diferentes sensaciones (calor, presión, humedad, vibración…)
Por último, y para hacernos el trabajo más fácil a algunas mujeres, le preguntamos a Valérie por su juguete sexual predilecto: “Sin duda, SONA 2 CRUISE de LELO, un prodigio tecnológico que ya comentaba más arriba. No solo por su eficacia, sino también por su belleza estética (su diseño de una sola pieza con una silicona médica ultra suave lo convierte no solo un objeto de placer sino también en un objeto de deseo). Muchos lo llaman erróneamente ‘succionador de clítoris’ pero ya hemos visto que no succiona. Añadiré, para concluir, que SONA 2 CRUISE es maravilloso también como objeto terapéutico para mujeres que sufren de anorgasmia. Por eso, lo suelo recomendar mucho en consulta”, concluye la experta.