La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja por primera vez este año sus previsiones sobre la demanda global de petróleo para 2023 debido al recorte de las expectativas económicas, y muy en particular a la menor actividad industrial en Europa.
En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este jueves, la AIE prevé que el consumo este año será de media de 102,1 millones de barriles diarios, lo que supone un nuevo récord y 2,2 millones de barriles más que en 2022, pero también 220.000 menos de lo que había estimado en junio.
Más del 90 % del incremento de la demanda respecto al pasado año corresponde a países que no pertenecen a la OCDE, es decir al mundo en desarrollo, y en particular a China, que por sí solo representará un 70 %.
En concreto, el gigante asiático absorberá 1,6 millones de barriles diarios más que en 2022, lo que pone en evidencia el efecto de su apertura tras dos años de restricciones por la covid.
Por su parte, en la OCDE, y en particular en Europa el menor dinamismo económico va a conducir a una contracción de la demanda durante cuatro trimestres consecutivos, entre el tercero de 2022 y el tercero de 2023.
Proyecciones a 2024
Para 2024, la AIE ha corregido al alza sus proyecciones respecto a las que hizo el mes pasado (290.000 barriles diarios más), y espera que la demanda mundial progresará en 1,1 millones respecto a la de 2023.
Esa corrección se explica porque sus expertos esperan sobre todo un mayor consumo de gasóleo en China y unas perspectivas económicas globales más positivas a largo plazo.
Por lo que respecta a la oferta, la agencia pone el acento en que los recortes que aplicaron Arabia Saudí y algunos de los productores del cártel OPEP+ desde noviembre ha sido cubierto casi totalmente por otros países.
En junio, las extracciones mundiales aumentaron en 480.000 barriles diarios hasta 101,8 millones, sobre todo por la recuperación de una parte de la producción de Canadá, que había caído por los incendios forestales y por labores de mantenimiento.
El mes pasado, la oferta fue únicamente de 70.000 barriles diarios menos que en octubre de 2022, justo antes de los recortes de la OPEP+, y eso gracias a las aportaciones suplementarias de Irán (que no está concernido por el ajuste del cártel petrolero aunque es miembro), de Kazajistán, de Nigeria o de Estados Unidos.
No obstante, la agencia avisa de que la cantidad de crudo que sale al mercado podría caer en más de un millón de barriles diarios este mes si Arabia Saudí aplica de nuevo la tijera.
Si eso se materializa, las extracciones saudíes se quedarían en unos 9 millones de barriles diarios, su nivel más bajo en dos años, inferior al de Rusia, que pasaría a ocupar la primera posición en el bloque de la OPEP+.
Notiespartano/800Noticias