¿Te has imaginado alguna vez poder ir a la otra punta del mundo en el tiempo que dura un partido de fútbol? Si esta pregunta se la hiciésemos a la empresa suiza Destinus su respuesta sí, su proyecto Jungfrau, en el que ya han invertido más de 25,5 millones de euros.
La compañía está negociando los certificados con reguladores europeos para probar los nuevos prototipos.
Así es Jungfrau
Se trata de un avión hipersónico autónomo que, estiman, tendrá la capacidad de alcanzar velocidades de 15 Mach. Este vehículo usa hidrógeno como combustible, por lo que podría convertirse en una alternativa sostenible y más rápida de los vuelos actuales.
El Jungfrau está a mitad entre un avión y un cohete, según la compañía, puesto que realizará operaciones similares a las de un avión, pero podrá ascender y acelerar hasta superar la velocidad del sonido.
La primera prueba está programada para 2025
El prototipo que planean construir alcanzará alturas de hasta 60 kilómetros de distancia de la Tierra. Esto le permitirá mover la carga entre continentes en menos de dos horas. De hecho, los gráficos de Destinus apuntan que Jungfrau podrá alcanzar una velocidad supersónica en 15 minutos y ponerse a velocidad máxima en modo crucero en 20 minutos.
Destinus informa que su potencia será tan grande que deberá comenzar a frenar 40 minutos antes de aterrizar. Además, detalla que Jungfrau puede recorrer casi 800 kilómetros en 40 minutos en su velocidad supersónica.
Los prototipos de Jungfrau
«A finales del año que viene, tenemos previsto volar la siguiente iteración del prototipo tanto con el motor ATR como con un segundo motor de cohete de hidrógeno: será la configuración para nuestros vehículos comerciales», ha adelantado Mikhail Kokorich, consejero delegado de Destinus.
Antes de comenzar a planear el prototipo del que habla Kokorich, la empresa ya había conseguido diseñar otro prototipo a pequeña escala. Su idea es crear uno a tamaño real para finales de 2022 que anteceda al del año que viene.
La intención de Destinus es que el avión sirva para llevar mercancías de emergencia a cualquier punto del planeta. Jungfrau es capaz de aguantar cargas útiles de alrededor de una tonelada, por lo que se podrían llevar «isótopos con una vida media corta para el tratamiento del cáncer u órganos humanos».
De momento, la firma ha comenzado a hablar con reguladores europeos y de Suiza «para preparar nuevos requisitos de certificación y reglamentación para el hiperplano», apunta el consejero delegado. Así, podrán seguir probando sus prototipos en el continente para que el proyecto siga adelante.
Notiespartano/800Noticias