El territorio de la República de Venezuela siempre ha sido el que le correspondió a la Capitanía General de Venezuela, dentro de la organización administrativa del Imperio español en 1777. Los procesos de independencia de América Latina y las constituciones de las nuevas Repúblicas siempre establecieron en relación a las fronteras, el principio jurídico del utis possidetis iuris. En el caso de Venezuela y todos los mapas de la época siempre la Guayana Esequiba estaba incluida en la Provincia de Guayana dentro del territorio venezolano.
Desde la declaración de la independencia de Venezuela el 19 de abril de 1810, en todas las constituciones republicanas, incluyendo la de la Gran Colombia (1819-1830) en forma taxativa se estableció que “el territorio de la república de Venezuela es el que le correspondía a la Capitanía General de Venezuela”.
Durante la Gran Colombia Gran Bretaña en 1824, reconoció a los tres países que la integraban entre ellos Venezuela, Colombia y Ecuador. Venezuela independiente 1845 fue reconocida por España en los mapas elaborados en esa época por España e Inglaterra, las grandes potencias mundiales en sus mapas atribuían a Venezuela todo el Esequibo.
Solo fue en 1648 con el Tratado de Münster cuando el Reino de España reconoció la independencia de Holanda y la posesión del territorio ubicado en el lado oriental del esequibo en una pequeña parte de Guayana, con una extensión cercana a los 40km2, conformada por las regiones llamadas Demerara, Berbice y Esequibo, que apenas estaban ocupadas por unos caseríos donde Holanda los utilizaba para el apresto en sus incursiones en esa región del Amazonas, tales ambiciones eran compartidas por los ingleses, franceses, portugueses, y españoles que tenían interés por razones estrategias y económicas en todo el continente.
La actitud beligerante e imperial de los ingleses, desde ese pequeño territorio heredado de los Holandeses, (20 millas), trataron de llegar hasta las bocas del rio Orinoco y todas las salidas al Atlántico, con la intención de asegurar la explotación de minerales preciosos con permanentes incursiones armadas en contra de las misiones establecidas por la Corona española y en el territorio del Estado venezolano.
Todo esto a pesar de que el Reino Unido había reconocido a la nueva entidad de la Gran Colombia con los límites históricos de Colombia, Ecuador y Venezuela. Con la creación de la Gran Colombia oficialmente, Londres, en el caso de Venezuela en sus mapas, siempre reconocía la soberanía venezolana hasta el Esequibo. En defensa del Esequibo en 1822 el Libertador Simón Bolívar advirtió de esta injerencia británica, e instruyó a nuestros diplomáticos en Londres, por lo cual se presentó ante el gobierno inglés una protesta formal. En 1829 la enciclopedia de Londres señaló el límite entre la Guyana española y la Guyana británica siempre con el Esequibo como límite. Hay un mapa oficial de 1810 de la Corona Británica donde aparece la frontera de la provincia de Guyana como venezolana.
En la primera Constitución Republicana de 1830 los mapas de Venezuela incluían la Guyana Esequiba. En 1835, Gran Bretaña empezó a utilizar mapas adulterados en base la cartografía presentada en los trabajos del explorador austriaco Robert Hermann Schomburgk, con los mapas posteriores (1835, 1840 y 1887) este cartógrafo al servicio del imperio Inglés fue alterando en favor de Londres hasta incluir la Guyana Esequiba en la antigua Colonia Británica. Esto sirvió de base para el fraude y el dolo del todo el proceso arbitral del tratado de Washington 1897, y Laudo Arbitral de París de 1899.
La imposibilidad de una solución negociada por el territorio esequibo producto de la intransigencia de Londres y el menosprecio al poder negociador del venezolano, condujo el 20 de febrero de 1887 a que Venezuela rompiera relaciones diplomáticas con el Reino Unido.
Venezuela intentó por todos los medios llegar a una solución, incluso solicitó la mediación vaticana con Papa León XIII ante el gobierno Británico para una solución pacífica y justa, igualmente, en un tiempo en que Estados Unidos enfrentaba el colonialismo inglés, Venezuela, recurrió al gobierno de los Estados Unidos, presidente el Groover Cleveland bajo la doctrina Monroe, decidió que su administración representaría a Venezuela en las diferentes instancias internacionales para una solución definitiva de este diferendo. El método encontrado fue el de Arbitraje, el cual en esa época se utilizó para muchos conflictos territoriales.
El 2 de febrero de 1897 en Washington, no se aceptó la participación de jueces venezolanos y fue tendenciosa la designación del presidente del Tribunal, el internacionalista ruso, Frederick de Marténs, quien junto a los ingleses tenía la mayoría necesaria para la sentencia del Arbitraje favorable a Londres.
Algunos señalan de un intercambio de territorios para los ingleses en la Guayana y para los rusos en la Región Oriental de su imperio (esto me lo informó personalmente el embajador de Uruguay ante la oficina europea en Ginebra, cuando desempeñábamos funciones diplomaticas).
La sentencia del 3 de octubre de 1899 nos despojaba de más de 15.000 km2. Para Venezuela siempre todos los gobiernos y en las diferentes instancias ese laudo arbitral era írrito y nulo, pudiendo incluso Venezuela demandar a Reino Unido por la responsabilidad internacional en todo este proceso.
Desde 1962, después de diecisietes años de la creación de las Naciones Unidas Venezuela planteo su legítima reclamación sobre la Guayana Esequiba ante este nuevo organismo, como máximo representante de la comunidad internacional, en esos tiempos del proceso de descolonización. la ONU. atendió nuestro planteamiento y el propio Reino Unido, ante nuestro reclamo al dejar de lado el Laudo Arbitral y buscar otros mecanismos de solución practica entre las partes, negoció durante cuatro años consecutivos con el gobierno venezolano hasta llegar en 1966 al denominado Acuerdo de Ginebra.
Siempre de manera bilateral, para un arreglo pacifico y beneficioso para ambas partes. Este mecanismo es el marco jurídico y diplomático en el cual debe darse la solución al diferendo territorial; sustituía este Tratado el Laudo Arbitral de París. Es lo que actualmente con el Referéndum Consultivo busca Venezuela afirmar soberanía y su integridad territorial. Venezuela nunca ha admitido ni ha dado su consentimiento para el ejercicio de la jurisdicción de la CIJ en este caso Venezuela rechaza la actitud unilateral de Guyana al judicializar el diferendo y llevarlo ante la CIJ. Seguiremos escribiendo sobre este tema.
Durante el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964) en vista de la nueva realidad política y jurídica que se presentaba tanto en las Naciones Unidas, así como en Londres y Caracas, la Cámara de Diputados; el 4 de abril de 1962, y el Congreso en pleno, el 13 de octubre de 1965, reafirmaron los criterios de la diplomacia venezolana sobre el Esequibo, asimismo en nuestro país los parlamentos regionales y los Consejos Municipales de los territorios federales de Amazonas y Delta Amacuro, formularon una reclamación en defensa del Esequibo el 15 de febrero de 1966. El lugar escogido fue la Guayana Venezolana, en el lugar donde se celebró el primer Congreso de Angostura (19 de febrero de 1819).
En relación a la independencia de Guyana, Reino Unido permitió ese proceso independentista, alterando la percepción de que ya el conflicto no era entre un país pequeño como Venezuela y el poderoso imperio británico que había usurpado nuestra Guayana, sino que Guyana se convertía en la “victima” de la agresión de un gran país petrolero y rico como era Venezuela, el cual quería arrebatarla las tres cuartas partes de su territorio.
JulioCésarPineda/EU