El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, indicó el miércoles (29.03.2023) que trabaja en un plan para garantizar la seguridad y minimizar el riesgo de catástrofe en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, en manos rusas.
«Intento preparar y proponer medidas realistas que sean aprobadas por Kiev y por Moscú», dijo Grossi a la agencia afp, durante una visita a la planta nuclear, la mayor de Europa, ocupada por las tropas rusas desde hace un año.
«La idea es ponerse de acuerdo sobre ciertos principios y ciertos compromisos, entre los cuales figura no atacar la central», recalcó, pidiendo una vez más a Moscú que se abstenga de almacenar allí armas y equipos militares.
Grossi dijo a reuters que seguía adelante con el plan para encontrar una solución de seguridad para la mayor central nuclear central nuclear de Europa.
«No me doy por vencido de ninguna manera. Creo que, por el contrario debemos multiplicar nuestros esfuerzos, debemos continuar», expresó.
OIEA constata actividad militar en aumento
La idea de una zona desmilitarizada alrededor de la central, situada en el sudeste de Ucrania, parece avanzar tras meses de intercambios infructuosos.
Grossi lamentó al llegar a Zaporiyia que «la actividad militar esté en aumento en toda la región, con un crecimiento significativo del número de soldados».
Su visita coincide con los persistentes temores por la seguridad de la planta, en una región frecuentemente bombardeada.
Se trata de la segunda visita de Grossi a Zaporiyia desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado.
Situación «aún es precaria»
Su intención es «evaluar de primera mano la grave situación de seguridad y protección nuclear en la instalación», indicó el OIEA.
La agencia de la ONU mantiene un equipo de expertos dentro de la central desde septiembre de 2022, pero Grossi dijo que la situación «aún es precaria».
Grossi se reunió el lunes con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien consideró imposible restaurar la seguridad en la planta mientras Rusia esté al mando de ella.
La planta requiere un suministro confiable de electricidad para garantizar la seguridad, pero ha sufrido apagones repetidos durante la guerra, generando alarma en el OIEA y la comunidad internacional.
Notiespartano/DW.com/Reuters