Ucrania y Rusia continúan disputándose varias localidades de las regiones de Járkov (noreste) y Donetsk (este), donde las fuerzas rusas llevan la iniciativa pese a sufrir numerosas pérdidas sin lograr avances decisivos.
En la región de Donetsk, las tropas rusas continuaron sus operaciones para avanzar en dirección a Siversk y hacia Chasiv Yar, aunque no se tuvo constancia de notables éxitos rusos en zonas donde se han registrados los combates más relevantes a principios de este fin de semana, según la ONG estadounidense especializada en conflictos Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
Sin embargo, en Donetsk, según recogió este domingo el diario ‘Ukrainska Pravda’, que citó a la organización de análisis sobre la evolución del conflicto ‘DeepState’, las fuerzas rusas lograron ocupar la población de Urozhaine.
Allí se produjo el «colapso de las defensas» ucranianas tras un ataque ruso donde las fuerzas invasoras emplearon medios significativos, según recoge ‘DeepState’.
Prueba de que la iniciativa es rusa, este domingo, el Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas había registrado hasta las 14h00 GMT un total de 66 combates, siendo los ataques rusos especialmente intensos en la dirección de Pokrovski, en la región de Donetsk.
El ISW ya equiparó la intensidad de los enfrentamientos en Donetsk con los de Járkov, dónde las fuerzas ucranianas se vieron obligadas a repeler ataques terrestres al norte y noreste de Járkov.
Precisamente en la población de Budi, en el suroeste de la ciudad de Járkov, un ataque ruso con misiles modelo Iskander-M causó 25 heridos, incluidos dos menores, uno de catorce y otro de nueve años, según informaron este domingo las autoridades ucranianas.
Kiev reivindica 1.320 bajas rusas en un día
De acuerdo con informaciones de la agencia ucraniana ‘Ukrinform’ con fecha de este domingo, en Járkov y Donetsk perdieron la vida un total de once personas.
Media docena perdieron la vida en diferentes ataques rusos, según ‘Ukrinform’, que citó fuentes de la administración de esta región del este ucraniano, mientras que en Jersón hubo cinco muertos y nueve heridos tras el bombardeo de 24 poblaciones a manos del Ejército de Rusia.
Dada la intensidad de los combates en estos y otros puntos de la línea del frente, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó este domingo que sólo en los combates de la víspera el Ejército ucraniano había infligido a Rusia un total de 1.320 bajas, entre soldados invasores muertos o heridos.
Lucian Kim, analista del prestigioso ‘think tank’ International Crisis Group (ICG), apuntó a EFE que este tipo de cifras hay que considerarlas con «cautela», pero «tanto rusos como ucranianos están sufriendo muchas bajas allí donde los rusos están lanzándose al ataque».
«Puede que los rusos estén encajando más bajas porque están en una fase de lenta ofensiva, pero también sabemos que los rusos aceptan más bajas en su Ejército», dijo Kim.
Ataques aéreos a la espera de ayuda
En una semana en la que, durante la última cumbre de la OTAN, el acceso a Ucrania de más recursos para la defensa aérea ocupó a los líderes de la Alianza Atlántica, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dio cuenta de que su país sufrió unos 950 ataques con drones (170), misiles (80) y, sobre todo, bombas guiadas (700), según ‘Ukrinform’.
En la cumbre de Washington, en la que la OTAN celebró 75 años desde su formación, los aliados occidentales de Kiev se comprometieron con Zelenski para hacer llegar a su país más sistemas Patriot, entre otras armas destinadas a la defensa antiaérea que aún han de llegar a territorio ucraniano para ser desplegados.
Para Kim, el analista del ICG, «todo sistema de defensa aérea que reciba Ucrania es muy importante, sobre todo sabiendo que los rusos están llevando a cabo una estrategia deliberada de dañar las infraestructuras energéticas ucranianas y siendo Ucrania un país tan grande y al que le resulta muy difícil proteger su espacio aéreo y también la línea del frente».
«Para Ucrania este tipo de sistemas nunca llegarán temprano y nunca habrá demasiados», concluyó. EFE
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