Japón y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) buscan abrir una nueva etapa en sus lazos con la celebración de una cumbre a partir de este sábado en Tokio, y que encaja con la estrategia nipona de contrarrestar la creciente influencia de China.
La reunión, que se prolongará hasta el lunes, tiene lugar con motivo de la conmemoración de los 50 años de relaciones entre Japón y el bloque del sudeste asiático, e incluirá en su agenda diversas iniciativas de cooperación en las áreas de economía, seguridad, digitalización y cambio climático.
La cumbre estará copresidida por el primer ministro nipón, Fumio Kishida, y el líder indonesio y presidente de turno de ASEAN, Joko Widodo, y contará con la participación de los mandatarios de los otros integrantes de ASEAN (Brunéi, Camboya, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam).
Se espera que la cita concluya con la firma de una declaración conjunta donde ambas partes elevarán el nivel de su alianza desde su actual estatus de «socios estratégicos» con vistas a unos lazos futuros «basados en la confianza mutua», dijeron fuentes gubernamentales niponas.
Las mismas fuentes confirmaron que no se ha invitado a representantes de la junta de Birmania -país también miembro de ASEAN- debido a que Tokio «no reconoce su autoridad política» a raíz del golpe de Estado perpetrado en 2021.
Estabilidad regional
La situación geopolítica en Asia-Pacífico será uno de los principales temas de las discusiones entre Japón y ASEAN, en el contexto de tensiones globales y regionales crecientes, y ante el auge militar de China en la región y las disputas marítimas y territoriales entre el gigante asiático y países vecinos.
Japón y sus socios de ASEAN aspiran a «hallar soluciones a los desafíos compartidos» y a «contribuir a la paz y la estabilidad regionales», señalaron las antes citadas fuentes.
Tokio expondrá durante la cumbre su visión de un «Indopacífico libre y abierto», como definen Japón y Estados Unidos su estrategia compartida para contener la influencia creciente de China en la región.
Una de las áreas concretas en las que se discutirá una mayor colaboración bilateral será la de seguridad marítima. Japón ya cuenta con varias iniciativas dirigidas promover el fortalecimiento de capacidades nacionales de los países del sudeste asiático en ese ámbito.
Cooperación en cadenas de suministro y cambio climático
Se espera que durante la cumbre también se aborde la seguridad económica, en un momento en que Japón y otros países aliados tratan de reducir su dependencia de las importaciones de materias primas y componentes electrónicos de China.
Tokio, uno de los principales inversores y proveedores de ayudas al desarrollo a países emergentes del sudeste asiático, busca así estrechar los intercambios comerciales con estas naciones que pueden constituir vías de suministro alternativas para su economía.
Asimismo, los líderes de ASEAN y Japón mantendrán una reunión en la última jornada de la cumbre dentro de la iniciativa Comunidad de Emisiones Cero de Asia, un marco creado por Tokio para coordinar los esfuerzos de reducción de emisiones y transición a energías limpias en la región.
Está previsto que en los márgenes de la cumbre Kishida mantenga también encuentros bilaterales con los líderes de todos los países participantes, entre los que también estará Timor Oriental, que se encuentra en proceso de adhesión a ASEAN.
Notiespartano/EFE