El Ejército de Israel siguió este jueves con su ofensiva en Gaza, donde continúan los duros combates con Hamás y aumentan los muertos, en un contexto en que Israel asume que sus operaciones irán por largo y debe comenzar a planear un escenario a medio plazo.
Mientras Hamás va difundiendo videos donde se ve a sus milicias haciendo emboscadas y atacando tropas y tanques israelíes, el Ejército continúa realizando operaciones en el norte, centro y sur de la Franja, entre ellas en la urbe meridional de Jan Yunis, donde las fuerzas israelíes «llevan a cabo misiones sin precedentes», dijo este jueves el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
«Nuestras fuerzas llegan a zonas en las que nunca antes habíamos estado, tomando salas de control y eliminando a terroristas», añadió Gallant, durante una visita en el cuartel general de la División 98, cuerpo militar que combate ahora en el área de Jan Yunis.
Israel busca desmantelar a Hamás para que ya no tenga capacidad militar
A su vez, las tropas intensifican su incursión militar en el área sur de la Franja, operación que iniciaron semanas atrás, centrándose también ahí en alcanzar «los centros de mando, depósitos de armas e instalaciones de producción» de armamento de las milicias.
Todo ello, reiteró Gallant, con «la tarea de desmantelar a Hamás para que ya no tenga capacidad militar ni de Gobierno», fin para el que las fuerzas israelíes deberán demostrar «mucha perseverancia y determinación».
Desde el inicio de la invasión terrestre en Gaza el 27 de octubre, al menos 167 soldados israelíes han muerto, mientras que la cifra de militares -tanto activos como reservistas- fallecidos desde el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre superó este jueves los 500.
Todo ello, mientras los ataques y bombardeos de Israel siguieron causando en las últimas horas cientos de muertos palestinos, que son más de 21.300 en los más de dos meses y medio de ofensiva, a lo que se añade una crisis humanitaria causada por el duro cerco israelí sobre Gaza, que la ha dejado con gran escasez de alimentos, recursos esenciales, medicamentos, agua potable o gasolina para electricidad.
Según la agencia oficial de noticias Wafa, decenas de gazatíes murieron este jueves debido a bombardeos sobre viviendas en el sur de Gaza, área donde se concentran gran parte de los 1,9 millones de desplazados internos en el enclave.
En la urbe de Rafah, punto más meridional del enclave, «al menos 20 ciudadanos murieron y decenas resultaron heridos como resultado de un bombardeo israelí que tuvo como objetivo una casa».
Los aviones de combate israelíes también «lanzaron ataques contra una casa del campo de refugiados de Shaboura», en Rafah, que causó asimismo «decenas de fallecidos y heridos, la mayoría mujeres y niños», concretó Wafa. Por otro lado, más de 25 personas murieron en varios ataques sobre Jan Yunis, detalló la misma fuente.
A su vez, entre otros incidentes, se informó de ataques en las localidades norteñas de Beit Hanún o Beit Lahia, que incluyeron también decenas de víctimas mortales, mientras las tropas israelíes siguen atacando el campo de refugiados de Al Maghazi, en la ciudad de Deir Balah, en el centro de Gaza, objeto de bombardeos casi constantes durante los últimos días.
Los servicios médicos de la Media Luna Roja palestina informaron que sus equipos trasladaron al hospital a tres muertos y seis heridos por ataques contra una casa en el campo de Al Maghazi.
Sus equipos médicos también trabajan ahora con la Media Luna Roja de Egipto para crear un campamento para desplazados en la zona de Jan Yunis, que se espera que alcance las 1.000 tiendas de campaña.
Todo ello se produce mientras Israel tiene que ir planeando sus actuaciones a medio plazo en Gaza, y un plan para la posguerra que por ahora no parece estar determinado, lo que genera preocupación a su principal aliado, Estados Unidos.
Justo este jueves, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, habló con Gallant y discutió aspectos de «los preparativos para la fase de estabilización que debe seguir a las operaciones de combate», informó el Pentágono.
La Casa Blanca estaría presionando a Israel para que reduzca la intensidad de los ataques en Gaza, aunque Gallant dijo hace poco que estos se podrían prolongar todavía durante varios meses más.
Por otro lado, según prensa israelí, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, debía celebrar este jueves una reunión de su Gabinete de Guerra para abordar posibles planes para la posguerra en Gaza, pese a que finalmente canceló el encuentro, mientras el Gobierno israelí sigue sin dar detalles claros sobre quién pretende que tenga el poder en Gaza o cómo debería gestionarse su reconstrucción.
Según medios israelíes, Netanyahu no quiso realizar encuentros para abordar esta cuestión hasta ahora, lo que preocupa a la Administración Biden, que teme que el Ejército israelí se quede estancado dentro del enclave indefinidamente.
Notiespartano/EFE/jma/szg