Scarlett Oliver, de 28 años, fue testigo de una tormenta eléctrica por encima de las nubes cuando regresaba a Londres de sus vacaciones en Italia. Scarlett se dio cuenta por primera vez de la tormenta cuando su ventanilla empezó a iluminarse mientras estaba sentada en el avión.
Al sobrevolar, el avión se iluminó y los pasajeros se quedaron boquiabiertos por lo brillante que era el cielo. Incluso pudo oír el ruido de los truenos desde su asiento. En el avión, Scarlett se sentó junto a una mujer que tenía aerofobia.
Cuando el avión se acercó a la tormenta, la asustada mujer empezó a sentir pánico. Por suerte, Scarlett le ofreció apoyo y puso su brazo alrededor de la mujer para reconfortarla, haciendo que la mujer se sintiera más tranquila y empezara a disfrutar de las increíbles vistas.