El grupo chií libanés Hizbulá anunció este jueves el lanzamiento de «ráfagas de cohetes Katyusha» contra el asentamiento de Shamir, en el norte de Israel y hasta ahora fuera de la lista de objetivos de la formación armada, en respuesta a un bombardeo israelí el miércoles contra una localidad en el sur del Líbano.
Hizbulá «agregó este jueves a su lista de objetivos la nueva colonia de Shamir y la bombardeó por primera vez con ráfagas de cohetes Katyusha», de acuerdo con un comunicado difundido por el grupo aliado de Irán, que en los últimos meses ha ampliado el radio de sus ataques contra asentamientos y posiciones militares en el norte de Israel.
Según la nota, esta acción fue realizada «en respuesta a los ataques del enemigo israelí contra los pueblos y las casas seguras del sur (del Líbano), especialmente en Marjayoun, donde varios civiles resultaron heridos».
Es el primer ataque en ese pueblo en el enfrentamiento entre Hizbulá e Israel
Al menos dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas graves el miércoles en un bombardeo israelí contra esa localidad, en el primer ataque en ese pueblo desde el inicio de los choques entre Hizbulá e Israel hace más de diez meses, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
La Agencia Nacional de Noticias (ANN) explicó que el bombardeo fue perpetrado por un avión no tripulado, que disparó contra un vehículo en una plaza de la localidad.
Marjayoun es de mayoría cristiana y hasta ahora no había sido objetivo de ninguna acción israelí, al igual que otros pueblos del sur del Líbano que tampoco son predominantemente chiíes y, por tanto, no se consideran bastiones de Hizbulá.
Hizbulá e Israel están enzarzados en un intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza, y estos son sus peores enfrentamientos desde la guerra que libraron en 2006.
La tensión entre ambos bandos ha aumentado desde que a finales de julio fueran asesinados el máximo comandante militar de Hizbulá, Fuad Shukr, en Beirut y el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán.
Notiespartano/EFE/sr-cgs/jam