La historia de Nueva Esparta que fue reconstruida por el grupo que lideró el Cronista Jesús Manuel Subero y entre los cuales estuvieron Charo Rosas, Ángel Félix Gómez, Esther Quijada de González, Nicanor Navarro, Felipe Natera Wanderlinder tantos que aportaron datos para la reconstrucción de nuestra historia y que ya había contado con Lárez Granado como precursor de la crónica en los Margarita.
No fue una tarea fácil buscar los orígenes de cada pueblo y salieron de todos lados documentos e historias fabuladas para poder darles partidas de nacimientos a nuestros pueblos.
Como otros recursos funcionaron las cartas bautismales, documentos notariales y la tradición oral para aportar datos para la historia de nuestros pueblos.
La necesidad de encontrar huellas de la fundación de nuestras tierras no fue tarea fácil y tampoco el traslado a Cartagena de Indias era simple, sino que hubo la necesidad de realizar anotaciones apresuradas y cada quien aportó datos para la reconstrucción de elementos que forman parte de las contradicciones de la historia regional.
Así como de Los Robles fue un pueblo del paso que comunicaba a las tres grandes ciudades de Margarita, La Asunción la capital histórica y la sede de los poderes gubernamentales, de Pampatar donde estaba uno de los principales puertos de cabotaje de Sudamérica y por donde se vendía pescado salado, dividive, cueros de chivo y sal a otras naciones del planeta y Porlamar la antiquísima Ciudad Comercial de Margarita.
Por eso fluyeron historietas que todavía son parte de lo real maravilloso de nuestra narrativa histórica aun cuando Charo Rosa, Nicanor y Jesús Manuel aportaron datos para la construcción de la historia roblera con apuntes y fuentes orales no estamos conformes con nuestra realidad histórica y seguimos remando sobre fantasías que circulan por las redes sociales con carácter de verdad.
En la obra de Rosauro Rosa Acosta “Los Robles, datos para su historia” hay algunos elementos abordados desde los documentos notariales de la Curia y otros de visitas pastorales y arzobispales a la población de Los Robles, no es fácil precisar su carácter de verdad porque existen contradicciones que reflejan la debilidad de estas investigaciones porque al no existir documentos probatorios de la existencia del pueblo de Los Robles entonces se le da validez a imprecisiones que forman parte de la verdad histórica de un pueblo que se debate entre narrativas fabuladas, inventos historicistas y rumores orales que no reflejan la verdad histórica de nuestro pueblo.
La historieta que se enseña en nuestras escuelas sigue siendo parte de las maravillosas narrativas bien elaboradas que hablan de un tal Claudio Moreno que llegó a Puerto Moreno que según venía de la Isla de Madeira con su mujer María y dos criados es lo que cuenta Charo Rosas y que por eso el nombre de Playa Moreno.
Esta ha sido la historia contada a manera de cuento y de lo cual no existen huellas, ni documentos bautismales, notariales, ni en los registros de la curia.
Por eso es parte de la invención literaria de los hombres de su tiempo, pero nada apegado a la realidad histórica.
Por otra parte, dice Charo Rosas en su capítulo “Tal vez el Fundador” que el verdadero fundador de la vieja e histórica población sea el Gobernador Don Miguel de Maza de Lizama quien en dos oportunidades rigió los destinos de la isla.
La primera vez en 1575 en calidad de encargado y señala que en 1580 aseguró haber fundado 5 pueblos de indios entre ellos uno en la sabana de Mampatare que se fundó en 1579”. Todavía esos datos están en la hoguera de las dudas porque son esbozos de verdades escritas sobre papeles de la duda histórica.
El cuento de la Pilarica de oro y de las campanas forman parte de los cuentos narrados para justificar planteamientos inverosímiles que no tienen pruebas documentales y sobre esa tesis se han tejido comentarios de distinta índole que ponen en tela de juicio la procedencia de la Virgen del Pilar de oro y la verdadera aleación de esta pequeña estatuilla sobre la cual han sobrado investigaciones, inventos y críticas.
Planteamiento que desvistió el Cronista de la Parroquia Aguirre y luego Cronista de Margarita Nicanor Navarro cuando escribió la crónica ¿Es de oro la Virgen del Pilar? En su libro Las Piedras de Nila donde el cronista acude al Libro de Bautismo que se llevara a cabo en La Iglesia de Los Robles de 1887 donde el Obispo de Santo Tomás de Guayana Manuel Felipe Rodríguez que se publicó en el Sol de Margarita en 1976 y donde se señala “Se encontró una custodia de plata dorada, una imagen pequeña de la patrona, también de plata dorada y otra grande de madera”.
Pero fue más lejos Nicanor Navarro cuando puso en entredicho la visita de Juana La Loca a Los Robles y el envío de la Pilarica a nuestro pueblo, pues el cronista roblero con fechas y documentos en las manos puso en tela de juicio que la esposa de Felipe el Hermoso haya enviado a Los Robles esa imagen porque señala con argumentos que Juan La Loca no trajo ninguna campana a Los Robles pueblo no existía para 1545 y mucho menos que Claudio Moreno existiera y es a partir de 1740 cuando se da a conocer la existencia de Los Robles”.
Cuando leímos sobre esa discusión en el tiempo de Nicanor y el historiador Antonio Malavé Totesaut que nos dejó bien claros que la historia de Los Robles está en tela de juicio y lo más peligroso es que se ha repetido por años en los salones de la Escuela “Víctor Cedeño” unos datos falseados que solo forman parte de la inventiva historicista de nuestros historiadores.
Si a eso le sumamos las dudas sobre la Iglesia Colonial y la Capilla de La Ermita estamos montados en una historia novelada de toda la historia nacional y sobre la cual los cronistas e historiadores tienen rato echando cuentos y se olvidan de la historia de nuestro tiempo que va caminando y no estamos ocupándonos de recoger los acontecimientos más importantes que marcan el devenir de nuestro tiempo.
Lo cierto es que nuestra historia novelada en su gran parte requiere de estudios profundos y que no sigamos repitiendo como loros capítulos enredados de una historia que fue reconstruida y que por tanto navega sobre mentiras cosméticas y planteamientos disímiles que dejan una estela de ficción en cada una de las acciones escritas que son parte del realismo mágico insular, pues como dijo Nicanor Navarro “Cierto que no tuvimos la oportunidad de asistir a la universidad, de donde tal vez hubiésemos tenido que calarnos la misma chismografía histórica, pero ello no ha sido obstáculo para autodidácticamente llegar al conocimiento cierto de que lo que se pretendía con tal conseja era exhibir a Bolívar por encima de todo lo que irradiara algún hito de luz en el sentir de los venezolanos, obra está de los propulsores del culto a Bolívar, que tanto daño ha hecho a la humana imagen del Libertador”.
Encíclica/ManuelAvila