Las paredes vaginales forman un tubo, con múltiples pliegues. Esto permite su distensión natural en el momento del parto. También se distiende en los momentos de excitación sexual, permitiendo relaciones con penetración placenteras. El tono de las paredes de la vagina depende del grosor de la mucosa, pero, sobre todo, del soporte muscular del suelo pélvico”.
Entonces, ¿qué es la hiperlaxitud vaginal? Es la pérdida de tono en las paredes vaginales que hace sentir a la mujer como si la vagina se hubiera agrandado. También hay sensación de falta de contracción. De hecho, las complicaciones que puede provocar son esos cambios en las sensaciones de la vagina y relaciones sexuales menos placenteras.
Herrero reconoce que, “al tratarse de una situación subjetiva, no tenemos herramientas de medición para cuantificar la presencia de la hiperlaxitud vaginal. Pero, en mayor o menor medida, casi todas las mujeres que han sido madres pueden presentarla, sobre todo si no han hecho una buena recuperación posparto”.
Atención a las causas o factores de riesgo
La ginecóloga y sexóloga enumera, a continuación, las posibles causas de hiperlaxitud vaginal:
- El parto por vía vaginal es la causa principal. También lo es el embarazo, ya que, aunque el parto sea por cesárea, la gestación sobrecarga el suelo de la pelvis.
- Cualquier situación que distienda la vagina de forma importante.
- También algunas enfermedades que producen sobrecarga mecánica, como la obesidad o algunos deportes con mucho impacto en el suelo pélvico.
- Las patologías que empeoran la regeneración de tejidos, como alteraciones del colágeno, y en algunas mujeres con diabetes.
¿De qué manera afecta a la vida sexual de las pacientes?
Tanto la paciente con hiperlaxitud vaginal como su pareja, ¿acusan una pérdida de sensibilidad en las relaciones sexuales? “La pérdida de control y de tono en las paredes vaginales se asocia a menor placer en algunas mujeres. También hay menor estímulo sobre el pene del varón en el momento de la penetración”, responde Herrero.
“Estos síntomas sutiles que se asocian a la esfera sexual no suelen ser el motivo de una consulta por parte de la mujer. Hemos de ser los profesionales los que preguntemos sobre ello. También si en la exploración nos llama la atención una relajación vaginal”, comenta la experta de Gine4, añadiendo que “la medicina actual debe buscar la calidad de vida, y no solo la cantidad. Es lo que yo llamo bienvivencia”.
¿La incontinencia urinaria es otra de esas complicaciones?
No es necesario que la hiperlaxitud vaginal se asocie a incontinencia urinaria, dice Herrero, aunque “es posible asociarlas porque las alteraciones del músculo del suelo pélvico pueden afectar a la musculatura de cierre de la vejiga”.
Tratamientos para la hiperlaxitud vaginal
Antes de exponer los tratamientos disponibles para la hiperlaxitud vaginal, la ginecóloga de HM Hospitales destaca que “lo más importante es la prevención. Si conocemos las causas, podremos actuar para retrasar su aparición o incluso evitarla”.
- Tonificación vaginal con fisioterapia. Es el camino más largo y trabajoso, pero el que conseguirá beneficios a más largo plazo.
- Relaciones sexuales. Tanto la excitación como la penetración favorecen la llegada de sangre, que aporta oxígeno a las paredes vaginales. Esto fomenta la regeneración del colágeno y mejora el tono muscular.
- Láser vaginal. Ha irrumpido con fuerza en los últimos años, pues se trata de un procedimiento que no requiere esfuerzo por parte de la mujer. Los beneficios se obtienen tras varias sesiones, y su duración no es para siempre. La energía láser penetra en la mucosa provocando una regeneración del colágeno vaginal.
¿Se puede prevenir la pérdida de tono en la vagina?
La hiperlaxitud vaginal “se puede prevenir, aunque puede haber situaciones como partos difíciles que no podamos evitar”, señala Herrero, que ofrece estas recomendaciones:
- Tras los partos, hacer una buena rehabilitación de suelo pélvico.
- Atender a enfermedades como obesidad o diabetes.
- Dejar de fumar, porque el tabaquismo empeora cualquier mucosa.
- Aumentar el conocimiento sobre el tema en las mujeres. Así podrán saber cómo prevenirlo y cuándo pedir ayuda. El tratamiento precoz tiene mucho más éxito.