
El grupo islamista Hamás calificó como una «horrenda masacre» el ataque del Ejército israelí contra una clínica de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Yabalia, en el norte de Gaza, en el que murieron 22 palestinos (16 de ellos mujeres, menores y ancianos) que se refugiaban en ella, según las últimas cifras del Gobierno gazatí.
«La horrenda masacre cometida por las fuerzas de ocupación sionistas al bombardear la clínica de la UNRWA en Yabalia, que provocó el martirio de 22 de las personas desplazadas allí, la mayoría de las cuales eran mujeres y niños, constituye una continuación del genocidio que está cometiendo en la Franja de Gaza», dijeron los islamistas en un comunicado.
Hamás negó que el centro, que ya no funcionaba como clínica pero sí servía como refugio para palestinos desplazados en la zona, fuera un cuartel general de su brazo armado, las Brigadas Al Qasam, como asegura el Ejército israelí.
«Testigos presenciales que estaban dentro de la clínica antes de la masacre refutaron categóricamente estas mentiras, confirmando que todos los que estaban dentro eran civiles, la mayoría mujeres y niños», recoge el comunicado.
Las fuerzas armadas de Israel sostienen que la clínica era un «centro de mando utilizado para coordinar actividad terrorista y servía como punto de encuentro para la organización terrorista».
El Ejército aseguró que «se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de herir a civiles, como el uso de vigilancia aérea e inteligencia habitual», frase que repite cuando sus bombardeos tienen por objetivo lugares protegidos por el derecho internacional humanitario, como escuelas u hospitales.
Tras el comienzo de la guerra en Gaza, numerosas clínicas y escuelas gestionadas por la UNRWA se convirtieron en refugios improvisados para la población desplazada, y muchos han muerto en ataques israelíes contra las instalaciones.
Israel acusa a la UNRWA de colaborar con Hamás, que gobierna el enclave, y ha matado a casi 300 de sus trabajadores en la Franja.
Según la organización, al menos 742 personas han muerto en bombardeos de las fuerzas israelíes contra sus instalaciones en Gaza desde el comienzo de la guerra, en cifras recogidas a finales de marzo.
Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dieron pie a la ofensiva israelí contra Gaza, más de 50.000 personas han muerto en el enclave por ataques israelíes, de los que más de 1.000 han perdido la vida desde el pasado 18 de marzo, cuando Israel rompió el alto el fuego con una nueva oleada de bombardeos.
notiespartano/efe