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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, está «alarmado» y «profundamente preocupado» por el despliegue de tanques israelíes en la ciudad de Yenín (al norte de la Cisjordania ocupada) por primera vez desde el año 2002.
«El secretario general está alarmado por la escalada de violencia, los ataques israelíes y las operaciones en el norte de Cisjordania, incluido el despliegue de tanques israelíes por primera vez en más de dos décadas», dijo hoy el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en su rueda de prensa diaria desde la sede de la ONU en Nueva York.
Y añadió: «Está profundamente preocupado por el creciente número de víctimas mortales, incluidos niños, y el número de palestinos desplazados, así como el alcance de la destrucción de la infraestructura civil».
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, aseguró el domingo que no permitirá el regreso a sus casas a los cerca de 40.000 palestinos desplazados de los campamentos de refugiados de Yenín, Tulkarem y Tubas, zonas donde sentenció que sus tropas seguirán operando a lo largo de este 2025.
De hecho, tanques israelíes entraron ayer en la ciudad y el campamento de refugiados de Yenín después de que el Ejército lo autorizara por primera vez desde el 2002.
Además, las fuerzas de Israel impusieron un toque de queda de 48 horas en la ciudad de Qabatiya, al sur de Yenín, donde sus excavadoras destruyeron los canales de agua y el tendido eléctrico, según la agencia palestina Wafa.
Guterres «está consternado por el hecho de que los niños sigan siendo víctimas de la violencia» y «rechaza firmemente las declaraciones de funcionarios israelíes que indican la intención de permanecer en alguna zona del norte de la Cisjordania ocupada».
Además, pidió a Israel que «cumpla con sus obligaciones pertinentes en virtud del derecho internacional, que el derecho internacional humanitario sea aplicable, y que tome medidas para proteger a los civiles y garantizar su seguridad».
Después de 35 días, Israel continúa su incursión militar contra el campamento de refugiados de Yenín, la ciudad y aldeas colindantes, donde han muerto al menos 27 personas, incluidos niños, y causado decenas de heridos.
Desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre de 2023, unos 14.500 palestinos han sido arrestados en Cisjordania ocupada, además de la detención de decenas de trabajadores palestinos y miles de personas de Gaza, muchos aún en paradero desconocido, según datos la ONG palestina «Club de prisioneros» publicados hoy.
notispartano/efe