Gobernar no es nada fácil porque implica generar ideas que rompan con los esquemas de lo tradicional y hacer magia cuando la crisis aprieta. Se trata de realizar una gobernanza adaptada a los nuevos tiempos y mantener contentos a la mayoría es complejo sobre todo en tiempos cuando la crisis económica se convierte en el peor enemigo de la gestión.
Por eso rodearse de gente obtusa que ni siquiera es capaz de generar una idea, de asumir posiciones cuando se trata de la gerencia y seleccionar figuras desteñidas que solo apuestan a su yoismo enfermizo es parte de las tragedias de las gestiones fracasadas.
Pretender aparentar con encuestas falsas que el pueblo quiere a los gobernantes es parte de las locuras de gestiones mediocres que pretenden combinar la fantasía con las mentiras.
Esas son parte de las críticas que hacen los ciudadanos a gobiernos mediocres que llegan al poder para fundirse en muy poco tiempo.
Y la gente empieza a preguntar por qué el gobierno fracasa y encuentra razones en la desconexión con la gente o por la colocación de figuras destempladas que ni le duele el gobierno, ni piensan en dar soluciones al pueblo.
El Gobierno de Maduro es un mar de espejismos que se ha mantenido en el poder por los efectismos de las bolsas de comida, por los bonos y por más nada porque desde hace rato se perdió la sintonía con la gente y ha insistido en un modelo económico que arruinó al país entero, salvo a los enchufados que son los beneficiarios directos de la gobernanza roja.
Nada se está haciendo por la gente y la prueba la encontramos en los hospitales donde la gente va a la buena de Dios porque la atención a los familiares afecta a todos los venezolanos y donde la muerte es el premio al voto como instrumento de perversión ciudadana.
En lo relativo al poder adquisitivo el salario nacional y la creación de la Onapre como una institución de la perversidad política mantiene a los ciudadanos sometidos a las peores humillaciones de la historia nacional.
Ahora todos los trabajadores de la administración pública están bajo el manto de un organismo perverso y maquiavélico que convirtió a los trabajadores en asalariados de la nada.
Nadie puede vivir con los sueldos que controla la Onapre y con ese modelo perverso se acabó la posibilidad de crecimiento económico de los funcionarios de la administración pública venezolana.
Ante esa realidad solo salva al régimen la división enfermiza de los políticos venezolanos que apuestan a la permanencia del régimen en el poder.
Con esa realidad económica nacional no habría ninguna posibilidad del régimen de volver al poder en el 2024 porque sus políticas son enterradoras del futuro nacional, pero antes la perversión de una clase política ambiciosa y descuadrada no terminan los líderes opositores de dar paso al clamor de los venezolanos de buscar una opción que una al país para poder salir de esta crisis tan brutal que sepulta a Venezuela bajo las aguas rojas.
Por eso cuando se presentó la oferta de Morel ante Dante y Alfredo la gente no dudó y le pasó por encima a la propuesta impuesta por el régimen con votos que salieron de todos lados de la espartanidad para mover el piso gubernamental en la región.
Por esa realidad política regional el pueblo le pegó la mano a la memoria colectiva para dejar en el camino al gobierno fracasado y al candidato que jugó al poder nacional y no le funcionó.
Ya ni los ventajismos funcionan porque los resultados de Barinas y Nueva Esparta mostraron que con la unidad se vencen los obstáculos más difíciles.
La muestra de los cambios de timón se focalizan en la gestión que viene realizando Morel en Nueva Esparta con escasos recursos y apelando a sus jugadas para mantener el contacto con la gente.
Por ese motivo se empeñó el Gobierno de Morel en rescatar los 9 vagones del Tren de la Salud que el gobierno anterior dejó convertido en chatarra y este gobierno recuperó con urgencia para poder llevar salud a los pueblos insulares.
No las ha tenido Morel muy fácil en unos primeros 9 meses cargando un presupuesto reducido que dejó el sabio de La Asunción como muestra de su incompetencia planificadora y que este gobierno lleva sobre sus espaldas como una carga importante.
Ese perjuicio al Estado ha debido ser sancionado con juicios por el daño a la gente de un gobierno que mostró su desprecio por un pueblo noble que en su momento eligió al ex Alcalde de Mariño que mostró como obra el incrementó a 14 mil funcionarios la nómina de la Gobernación de Nueva Esparta y que obligaba a los organismos contralores a llevar a prisión al Gobernador, Secretarios Generales comprometidos con esta debacle, al Procurador y al planificador del desastre.
Si con ese desastre administrativo que hizo de Nueva Esparta un estado destrozado por la gestión anterior no se enjuició a nadie, más nunca los organismos contralores tendrán razón de existir y por eso cuando me entero de las medidas intimidatorias de la Contraloría me pregunto y para qué imponen mecanismos de control cuando los destructores de Nueva Esparta se pasean por las calles como si no hubiesen roto un plato.
Toda esa mentira de la Contraloría son simples cantaletas legales que no llegan a nada porque después de leer el expediente de la improbación de la memoria y cuenta del gobierno de Alfredo Díaz concluyo que aquí ningún gobernante irá tras las rejas en un Estado de Derecho complaciente y fantasioso.
Encíclica /ManuelAvila