Los ganaderos venezolanos continúan afectados por la pérdida de capacidad del bolívar frente al dólar, que desde el 26 de agosto se devaluó 21%, según reportes ofrecidos por el Banco Central del país, que ubicó durante ese día el precio de la divisa estadounidense en 7,85 bolívares.
El directivo de la Asociación de Ganaderos del Estado Apure (Agapure), Raúl Rincones Allen, argumenta a El Pitazo que el precio de la carne en canal (sacrificio en mataderos) sufrió una variación de 10 centavos de dólar por kilogramo desde el 27 de agosto. En ese lapso, el kilogramo de toro colocado en algunos mataderos pasó de 3.10 a 3.00 dólares, como es el caso del Matadero Industrial del Sur, que pagó guiado por esa banda de precios.
Al 30 de agosto, el portal de Instagram Precio Ganado Venezuela estimaba el precio promedio referencial de un kilogramo de toro en pie entre 1.60 y 1.80 dólares, mientras que el precio promedio en canal lo calculaba entre 3.20 y 3.50 dólares.
La caída de precios de la carne a nivel de productor afecta la oferta del producto en el mercado nacional, que ya está impactada por el déficit continuado en el consumo, alega Rincones Allen. «Este va en picada», advierte.
Pérdida de capacidad de compra
El venezolano ha perdido capacidad de compra de carne, por lo que ha disminuido su consumo. «Deberíamos estar consumiendo unos 60 kilogramos de carne percápita por año y apenas llegamos a 3 kilogramos», calcula el ganadero.
Con la pérdida de capacidad de compra de la carne disminuye el consumo de proteínas y en Venezuela tenemos el precio más bajo del hemisferio, sostiene el director de Agapure.
Por los momentos no hay escasez de carne en el país, refiere Rincones Allen. De acuerdo con su criterio, este rubro básico de la dieta del venezolano está garantizado; hay existencia suficiente para abastecer el contraído mercado nacional, pese a que el rebaño venezolano no supera las 18.000.000 de cabezas de bovinos y bufalinos, en contraste con las 43.000.000 que deberían existir. «Aún con estás cifras, soportadas por el bajo consumo, logramos suplir los requerimientos de un mercado contraído», destaca Rincones Allen.
Contracción de más de 40%
La producción nacional de carne en Venezuela tiene una contracción de más de 40% y las importaciones de proteína son cosas del pasado. El consumo nacional se satisface con el esfuerzo del sector productivo nacional, precisa el productor.
Según Rincones, pese a que la administración de Nicolás Maduro habla de exportación de ganado, el ganadero dice: «Hace algún tiempo se realizaron unas exportaciones de ganado en pie y esperemos ver cómo influirá eso en la capacidad de reposición del menguado rebaño nacional».
«Entre Fedenaga y sus gremios bases estamos haciendo esfuerzos por abrir canales, a fin de diseñar políticas dirigidas al recate del sector. Consideramos que, hasta ahora, muchas de ellas han sido insuficientes y, en otros casos, equivocadas», afirmó Rincones.
Por otro lado, Rincones afirmó que el mayor desafío en Venezuela es mantener al sector operativo. «Entre los costos, la incertidumbre, el acceso denegado a la tecnología y la inseguridad, además de otros factores, es difícil prever un futuro alentador. Sin embargo, por convicción, esperamos poder continuar produciendo proteína animal».
Notiespartano/800Noticias