Esta receta de galletas es la versión auténtica y americana, esa que te llena la boca de un sabor irresistible y te hace comer hasta que no puedes más. Snack, desayuno o postre, estas cookies son irresistibles a cualquier hora. A nosotros nos gusta combinarlo con un café dalgona o un frapuccino estilo starbucks a la hora de la merienda, pero cualquier cookie monster sabe que no hay hora mala para devorar estas cookies.
Para prepararlas solo necesitaremos mantequilla, azúcar, huevos, un poco de vainilla, harina, sal, bicarbonato y, el rey de la receta: chocolate. La mezcla de todos estos ingredientes nos llevará a preparar ese tesoro en forma de círculo con pepitas de chocolate por el que más de uno pierde la cabeza. Además, vamos a contaros algunos trucos que pueden ayudaros a personalizar vuestras recetas de cookies al gusto, ¿os lo vais a perder?
Ingredientes
- 400 g. de harina de trigo de todo uso
- 220 g. de mantequilla
- 175 g. de azúcar blanco
- 175 g. de azúcar moreno
- 2 huevos grandes
- 1/2 cucharada pequeña de extracto de vainilla
- 1/2 cucharada pequeña de sal
- 1 cucharada pequeña de bicarbonato sódico
- 250 g. de chips de chocolate o chocolate negro troceado
La elección de los ingredientes
Antes de pasar a contaros cómo preparar las cookies de chocolate, os vamos a ofrecer unos cuantos tips para que elijáis los ingredientes siguiendo vuestros gustos:
- El chocolate: esta va a ser la gran clave de nuestras galletas, y dependiendo del resultado que busquemos tendremos que seguir una u otra dirección. Muchas recetas usan chips de chocolate. Esto tiene una consecuencia: que no suelen fundirse. Si ese es el resultado que buscamos, por supuesto que es la opción correcta. Si, en cambio, queremos un chocolate bien fundidito, lo que podemos hacer es usar una tableta de chocolate y picarla en trozos pequeños. Lo bueno de este método es que podemos elegir el chocolate a nuestro gusto, e incluso podemos variar el porcentaje de pureza de este.
- Harina: nosotros recomendamos el uso de harina de trigo, pero podéis usar variaciones en caso de que esta no le vaya bien a vuestro organismo (o prefiráis otra por cualquier razón). Tenemos en el blog una entrada de 9 harinas que no son de trigo que os pueden ayudar.
- Mantequilla y sal: aquí hay uno de los trucos que marcan la diferencia en vuestras cookies. Nosotros recomendamos el uso de mantequilla sin sal porque nos dará la opción de controlar el punto de sal al gusto, pero podéis ir a lo fácil y usar mantequilla con sal para quitaros de problemas.
- Azúcar: esto depende de vuestras preferencias, ya que el tipo de azúcar que utilicemos va a condicionar bastante el resultado final de las cookies. Si usamos azúcar moreno, hará que las cookies tengan un toque caramelizado y el centro un poco más blandito. Además, le dará un toque de color. El azúcar blanco, en cambio, dejará unos bordes muy curjientitos que a más de uno le vuelven loco. En la receta original estadounidense se utiliza soft light brown sugar, que es un tipo de azúcar que proviene de la remolacha. El problema es que es difícil de encontrar en los supermercados españoles, pero si lo tenéis, no dudéis en usarlo en vuestra receta. En nuestra receta, usamos una mezcla de azúcar blanco y moreno para lograr una cookie de rechupete.
Cómo hacer la masa de las cookies de chocolate
Con las cantidades que os dejamos, deberíais tener suficiente para hacer 30 galletas. Eso sí, como veréis más adelante, para que no se nos peguen las galletas las tendremos que ir horneando en tandas de seis en seis.
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- Lo primero será dejar la mantequilla a temperatura ambiente para poder manejarla bien. Cuando ya la tengamos atemperada, preparamos un bol grande. En este, echamos el azúcar y la mantequilla y batimos bien. Tenemos que lograr una mezcla un poquito pálida.
- Añadimos dos huevos grandes, los cuales también es recomendable tener a temperatura ambiente, y batimos hasta haber hecho una mezcla homogénea.
- Ahora toca echar la harina, la sal si nuestra mantequilla no es ya salada, y el bicarbonato. Mezclamos todo bien ayudándonos de una espátula o con una batidora eléctrica. Si optamos por la segunda opción, debemos ser cuidadosos a la hora de batir: si nos pasamos, nuestras cookies quedarán como un bizcocho. Por ello, es recomendable usar la velocidad más baja de la batidora.
- Añadimos al bol los chips de chocolate o el chocolate troceado, pero dejamos un puñado reservado para usar más tarde.
- Con la masa resultante, hacemos bolas que sean, más o menos, la mitad de lo que nos cabe en la mano cerrada. Podéis medirlo también con una cuchara de helado: la medida es una cucharada y media.
- En cada bola añadimos los trocitos de chocolate que habíamos guardado antes y, cuando tengamos toda la masa repartido en bolas, guardamos en el frigorífico durante, al menos, media hora. Antes de sacar las bolas de galleta, aprovechamos y ponemos el horno a calentar a 170º C.
Horneado y presentación final de las galletas
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- Cuando el horno esté caliente y tengamos las bolas frías, preparamos una bandeja de horno con papel vegetal y ponemos 16 bolitas de nuestra masa con un poco de espacio entre ellas (mirad la foto anterior para haceros una idea).
- Si no dejamos suficiente espacio, nos quedarán unas cuantas galletas fusionadas y no las cookies que queremos. Dejamos que se horneen durante 12-14 minutos, pero si vemos que los bordes empiezan a dorarse, podemos retirar antes.
- Sacamos la bandeja del horno y nos preparamos para ejercer la violencia: hay que golpear la bandeja un par de veces contra la encimera. Este paso tan divertido lo tenemos que llevar a cabo para que se deshinchen un poco.
- Después, las dejaremos en la bandeja durante diez minutos. En este tiempo las galletas siguen haciéndose, así que no seáis impacientes. En esta receta tendréis masa de galletas para hacer 16 unidades. También podéis reducir el tamaño de las galletas y os saldrán unas 20-22 unidades, pero más pequeñas.
- Ya solo queda pasar a ser un cookie monster o guardarlas en un recipiente herético para disfrutar de ellas más tarde.
Las cookies de chocolate son un vicio que más de uno querríamos tener a diario a la hora del postre. Pero no es la única receta que se nos viene a la cabeza cuando hablamos en esos términos: unas buenas brookies de chocolate, unas galletas con pepitas de chocolate blanco o unas galletas de nata caseras… ¡nuestro monstruo de las galletas interior se despierta sólo de pensarlo! Y a vosotros, ¿Cuál es el postre que os vuelve monstruosos?