Las fuerzas ucranianas tomaban este lunes nuevas líneas defensivas en el este del país, preparándose para una nueva y dura fase de la guerra, mientras el presidente Vladimir Putin proclamaba la victoria de Rusia en la batalla de Luhansk, que ha durado meses.
La toma de la ciudad de Lisichansk por parte de Rusia el domingo puso fin a una de las mayores batallas en Europa desde hace generaciones, en la que Moscú puso en juego todo el poderío de sus fuerzas terrestres en una pequeña bolsa del frente durante dos meses.
Serhiy Gaidai, gobernador ucraniano de Luhansk, reconoció que toda su provincia está ahora de manera efectiva en manos rusas, pero dijo a Reuters: «Tenemos que ganar la guerra, no la batalla por Lisichansk (…) Duele mucho, pero no es perder la guerra». El funcionario detalló que las fuerzas ucranianas que se retiraron de Lisichansk estaban ahora manteniendo la línea entre Bajmut y Sloviansk, preparándose para rechazar un nuevo avance ruso.
Notiespartano/VOA/Reuters