El gobierno de Francia declaró el estado de «calamidad natural excepcional» para acelerar la aplicación de medidas de urgencia en el archipiélago de Mayotte, donde escasean el agua y la comida después del devastador paso del devastador ciclón Chido.
Esta declaración permitirá «una gestión más rápida y efectiva de la crisis (…) al agilizar ciertos procedimientos administrativos», declaró el ministro francés encargado de los territorios de ultramar, François-Noel Buffet.
Las autoridades ya decretaron el martes un toque de queda nocturno en este archipiélago ubicado en el océano Índico entre Mozambique y Madagascar, que el jueves recibirá la visita del presidente Emmanuel Macron.
Según cifras provisionales, el ciclón causó 31 muertos y 1.373 heridos, aunque las autoridades temen un balance mucho mayor en esta región, la más pobre de Francia.
Los habitantes de los barrios más pobres de la capital, Mamoudzou, intentaban el miércoles reparar sus casas.
«Poco a poco estamos poniendo en marcha los servicios a medida que logramos limpiarlos», dijo el director del CHM, Jean-Mathieu Defour, el principal hospital del archipiélago. Las autoridades prometieron instalar un hospital de campaña con 100 camas.