El plan ruso de sumir a Ucrania en la oscuridad fracasa y medio año después del primer ataque masivo ruso con misiles contra su infraestructura energética, este país vuelve a exportar electricidad y casi todo el país tiene acceso a la red eléctrica.
No obstante, la estabilidad futura de su sistema energético está lejos de quedar garantizada, ya que los ucranianos esperan que se renueven los ataques.
La temperatura media diaria se ha mantenido por encima de los 8 grados durante tres días seguidos y la calefacción centralizada ya está apagada en toda Ucrania, lo que marca el fin de uno de los inviernos más complicados de la historia del país.
Más de 800 misiles han sido lanzados contra la infraestructura de generación y transmisión de electricidad de Ucrania desde el primer ataque masivo el 10 de octubre del año pasado, cuando Rusia trató de sembrar el pánico en el país altamente urbanizado en medio de temperaturas bajo cero.
De ellos, 255 alcanzaron sus objetivos. El peligro llegó a su pico el 23 de noviembre, cuando todas las centrales nucleares dejaron brevemente de generar energía y todo el sistema se vino abajo y quedó dividido en «islas».
Con todo, las calles de Leópolis, Kiev y Odesa vuelven a estar iluminadas, aunque no tanto como antes de la invasión. El ruido de los generadores eléctricos y la luz de las velas han sido sustituidos por cafés bien iluminados y farolas encendidas.
«Muchos ya lo han olvidado, como una pesadilla», dice a Efe Vika, de 29 años, residente de Odesa, ciudad portuaria que resultó duramente golpeada por los ataques y cuyos habitantes pasaron más de tres días seguidos sin electricidad.
«Era imposible cocinar o trabajar con normalidad», recuerda Vika, que en un momento dado tuvo que dejar su apartamento en la planta 18 de un rascacielos para pasar un tiempo en el extranjero.
Sin embargo, los habitantes están regresando a la ciudad ahora que la situación del suministro eléctrico se ha estabilizado.
A principios de esta semana, Ucrania reanudó la exportación de electricidad a Polonia y Moldavia por primera vez desde octubre pasado.
Algunas zonas tanto en la línea del frente como ocupadas anteriormente por Rusia continúan sin electricidad por los daños debido los bombardeos constantes, pero no hay déficit de electricidad en el sistema de todo el país, ya que sus centrales hidroeléctricas y solares han aumentado la generación de energía.
Rusia agotó gran parte de sus existencias de misiles
Volodímir Omelchenko, experto en energía del laboratorio de ideas Razumkov Centre, con sede en Kiev, dice a EFE que el trabajo de los técnicos y la defensa antiaérea ucranianos, así como el amplio suministro de equipos y la ayuda financiera del exterior, han sido claves para la resiliencia del sistema.
Yuriy Ignat, portavoz de la Fuerza Aérea Ucraniana, indicó la semana pasada que Rusia agotó gran parte de sus existencias de misiles de largo alcance en sus ataques contra las «cabinas transformadoras».
No obstante, Omelchenko e Ignat advirtieron de que la estabilidad futura del sistema energético de Ucrania está lejos de estar garantizado.
Algunas instalaciones clave de generación de energía, en particular la central nuclear de Zaporiyia, siguen bajo ocupación rusa. Los daños en el resto del sistema continúan siendo reparados y es necesario reforzar su viabilidad financiera a largo plazo.
Rusia está trabajando también en reponer su arsenal de misiles y el peligro de nuevos ataques sigue siendo alto.
«Van a hacer lo mismo el próximo otoño», cree Andriy Shalimov, cantante y voluntario de Kiev.
Este invierno fue uno de los periodos más complicados de su vida, ya que su mujer dio a luz a gemelos pocos meses antes de que comenzaran los ataques rusos contra las infraestructuras.
«Criar bebés no es fácil incluso en circunstancias normales. Imagínate hacerlo sin electricidad, agua ni calefacción, con temperaturas bajo cero y misiles y drones atacando tu ciudad», dice a EFE.
El voluntario está ayudando ahora a entregar grandes baterías portátiles y terminales de internet Starlink, que muchos ucranianos compraron para blindarse de los cortes de electricidad, en el frente, donde los soldados los necesitan con urgencia.
Shalimov señala que el apoyo mutuo entre los ucranianos ha desempeñado un papel importante en garantizar la resiliencia del país. Sin embargo, necesitan más apoyo, ya que Rusia «está decidida a continuar con su terror».
«La única manera de evitar que millones de familias vuelvan a sufrir el próximo invierno es que Ucrania reciba tales armas como modernos aviones de combate para que podamos defender nuestras ciudades y familias», subraya.
Notiespartano/800Noticias