Hubo un tiempo donde los docentes esperaban con ansías lo que se percibía antes como la remuneración para el periodo vacacional, el cual era equivalente a 60 días de vacaciones, que compensaba, en parte, la dedicación y sacrificio después de todo un año escolar laborado.
Este beneficio económico equivalente a 60 días remunerados de vacaciones cuya referencia es en base al salario integral, entiéndase, salario sin descuento, como se establece en el reglamento del ejercicio de la profesión docente Título III sobre las condiciones de Trabajo de los profesionales de la docencia en su capítulo I del sistema de remuneraciones artículo 92 se establece “Las autoridades educativas correspondientes establecerán en las normas y tablas que dicten al efecto un sistema de remuneración para los profesionales de la docencia que comprenderá”, estipula este artículo seis numerales, entre los que se destaca el sexto numeral que especifica “Bonificaciones de fin de año, de trabajo nocturno, vacaciones, alimentación, transporte y cualquier otra que pudiera ser establecida por la autoridad competente”.
Es crónica de una muerte anunciada saber que con el no aumento salarial, el cual, a cambio sólo se obtuvo un llamado bono de guerra económica equivalente a $40 y un incremento sólo del correspondiente cesta tickets equivalente a $30, que no serán considerados para el cálculo de la bonificación vacacional, por lo que se recibirá el mismo monto devengado el año pasado, solo que ahora con un valor del $ aumentado en un 504% en comparación con el año pasado, lo que equivale a la depreciación del salario en el mismo porcentaje, sólo que en bolívares, quiere decir, si el año pasado usted docente recibió entre $150 y $280 que fueron cancelados en la segunda quincena del mes de Agosto, después de innumerables protestas a nivel nacional con docentes que desde las bases se organizaron, siendo uno de los abanderados en esa protesta el equipo de Fordisi desde donde se auparon las acciones que motivaron la cancelación del bono correspondiente al periodo vacacional a destiempo, pero se logró rescatar un derecho que por ley se debe mantener. En los próximos días, estimado docente lector, recibirá solo entre $30 y $56, en el “mejor de los casos”, para el disfrute recreacional de sus vacaciones por su servicio durante este año escolar, triste realidad.
Mientras cada año se ven pulverizados los beneficios laborales estipulados en el Reglamento del ejercicio de la profesión docente, se reciben atropellos que afectan la calidad de vida de los docentes y sus familiares, en tanto que, los que administran los bienes públicos se siguen dando “la dolce vita” a costillas del robo de las arcas nacionales, los organismos internacionales se siguen haciendo de la vista gorda y los representantes gremiales actuales siguen vacilando con la no firma de un contrato que se venció hace ya más de tres años, pero claramente ni se discutirá ni se firmará. Entre tanta injusticia, el aguerrido gremio docente sigue de pie, dando la batalla para sobrevivir ante la adversidad, “por el Niño, el maestro y la escuela”, como dice el refrán “Amanecerá y Veremos”.
Notiespartano/Fordisi