Un colectivo denominado Federación Venezolana de Espiritismo aseguró que la estatua de María Lionza, original del artista plástico Alejandro Colina, la cual estaba resguardada en un galpón de la Universidad Central de Venezuela desde el año 2004, fue trasladada a la montaña de Sorte, en el estado Yaracuy.
En un comunicado publicado en redes sociales la federación se atribuyó el traslado y señaló que la desaparición de la estatua no se trató de un robo, sino del cumplimiento con una «deuda histórica».
El texto se refiriere a la denuncia que hizo más temprano el Consejo de Preservación y Desarrollo de la UCV sobre la sustracción de la escultura de María Lionza.
«Nadie se la robó, nadie sometió a los vigilantes de la UCV, nadie violó ninguna sentencia. Acá solo se cumplió con lo que era una deuda histórica con nuestra diosa. Ya está en su casa», expresó.
La Federación Venezolana de Espiritismo agradeció a Nicolás Maduro, a su hijo Nicolás Maduro Guerra, vicepresidente de Asuntos Religiosos del PSUV, y a las autoridades de Yaracuy por el apoyo en el traslado.
«Después de 19 años en cautiverio, hoy Día de Libertad, de Amor y de Unión Espiritual, nuestra Madre Reina María Lionza recorre desde la ciudad capital de la República hasta su sagrada montaña en una travesía sin precedentes… Estamos felices, estamos alegres», indicó.
«Estuvo virtualmente secuestrada»
Freddy Ñañez, vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, del gobierno de Nicolás Maduro, compartió un comunicado en nombre de la llamada Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV.
«El Instituto de Patrimonio Cultural, en ejercicio de sus competencias, dictó medidas administrativas urgentes de protección y conservación para salvaguardar la integridad de la escultura de María Lionza».
«Con estas medidas urgentes, que están en ejecución, el gobierno bolivariano pone fin a la situación de abandono en que se hallaba desde hace casi 20 años este bien cultural excepcional, cuyo único y verdadero dueño es el pueblo de Venezuela», se lee en el comunicado.
Y continúa: «La obra, con visibles signos de deterioro, estuvo virtualmente secuestrada sin las condiciones adecuadas para su preservación, en un lugar inaccesible para el público, impidiéndose su exhibición, en violación de los principios fundamentales de la Defensa del Patrimonio Cultural».
Dice que la escultura se halla a buen resguardo y a cargo de equipos técnicos especializados.
El Instituto de Patrimonio Cultural ordenó abrir un proceso administrativo para determinar responsabilidades por el deterioro de la escultura de María Lionza.
«La autonomía universitaria no puede ser una excusa para poner en situación de riesgo el patrimonio cultural ni para mantenerlo secuestrado», se afirma en el texto.
Notiespartano/ElNacional