“Es una responsabilidad muy grande poder liderar la organización indígena más grande del mundo, no solo por mí, porque también estoy abriendo espacios para las hermanas que han luchado contra la persecución y la violencia política de género ”, dice a DW la colombiana Fany Kuiru, que desde finales de enero es coordinadora general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica Coica para el periodo 2023-2027.
Nacida en La Chorrera (Amazonas), en el seno de una familia de autoridades tradicionales y gobierno indígena del pueblo uitoto, se muestra orgullosa de sus orígenes. “Soy indígena del territorio, creció con sabios y con las leyes de origen”, dice empoderada “con el apoyo de las comunidades de base”.
Sus palabras cobran fuerza debido a que la organización sufrió una crisis interna de liderazgos. “La institucionalidad de COICA ha sido afectada”, lamenta apuntando a la existencia de ciertas dificultades. “Estoy enfrentando violencia política de género por ciertos líderes que buscan sus beneficios personales”, crítica. No obstante, “hemos obtenido la garantía de la función judicial, administrativa y del Consejo de participación ciudadana y control social del gobierno ecuatoriano. Nuestro mandato es volver a unificar COICA y sus 9 países, y estamos trabajando en ello actualmente”, agrega.
Por este motivo, su objetivo prioritario es que “COICA tome la mayor relevancia en su historia, es la vocera política de la cuenca amazónica”.
Para ello, la líder cuenta con el bagaje que le proporciona sus conocimientos en asesoría jurídica y política en los procesos de concertación de políticas públicas entre el gobierno nacional y los pueblos étnicos; derechos de las mujeres; derechos económicos, sociales y culturales desde el enfoque de género. “Nuestro plan de acción está encaminado a eso, a que todo lo que ha sido ignorado y desplazado tenga la relevancia que merece. Los hermanos de aislamiento voluntario y contacto inicial, las mujeres, los jóvenes y los abuelos tendrán su propia voz articulada en esta gestión”, explica.
Asimismo, durante estos primeros meses “se ha trabajado intensamente en la reorganización de las prioridades de COICA, tanto de incidencia política como de vinculación de nuestra propuesta 80×25 frente a los gobiernos amazónicos”.
Esta iniciativa pretende proteger el 80 % de la Amazonía para 2025 , además de promover el reconocimiento de los derechos indígenas. Según varios estudios el 50% de la Amazonía que actualmente sigue en pie se encuentra en territorios indígenas. “El otro 30% se puede sanear y restaurar. No podemos esperar a las metas climáticas del 2030, eso ya sería demasiado tarde”, asegura.
Cumbre Amazónica, ¿una nueva oportunidad?
Esta demanda ha vuelto a estar presente en la Cumbre Amazónica , que se está llevando a cabo desde ayer y hasta hoy en Belém (Brasil). “Hemos recibido apoyo por parte de la ministra de Colombia y de Brasil, pero es necesario que los países oficialicen su postura y adhesión a la iniciativa”, considera.
El giro político que han experimentado el último año ambos países, con el cambio de gobierno de Jair Bolsonaro e Iván Duque por Lula Da Silva y Gustavo Petro, respectivamente, poniendo la Amazonía en un lugar prioritario en sus políticas, inspira confianza a la organización indígena ya que las tasas de deforestación aumentaron con dureza durante los últimos años en ambos países. “Es alentador que los presidentes regresan a ver a la Amazonía y sepan que son presidentes de uno de los biomas más importantes para la vida del mundo”, puntualiza reivindicando el papel de los pueblos originarios en este tipo de eventos.
“Esperamos que no sean en vano, queremos dejar de ser espectadores y folclore en las reuniones. Somos líderes y guardianes del territorio”, recuerda. “Es momento de que los gobernantes se sientan con nosotros y que podamos ser socios en la protección de la selva”, reclama solicitando “que no se tomen más decisiones en nuestros territorios sin nosotros”.
Por ello, exige un lugar en la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OCTA) y un compromiso de los gobiernos a trabajar en conjunto para garantizar seguridad jurídica, demarcación, defensa de defensores, sistemas de conocimientos y respeto por su cosmovisión ancestral.
Notiespartano/DW.com/El