
Varios familiares de rehenes enviaron este lunes una carta al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la que le piden que revierta la decisión de cortar la electricidad en la Franja de Gaza, para que la vida de sus seres queridos no corra peligro.
En la misiva, enviada también al ministro de Exteriores, Gideon Saar, y al de Energía, Eli Cohen, amenazan con presentar una petición ante el Tribunal Supremo si no hay respuesta del Gobierno.
Los familiares temen que esta decisión del Ejecutivo israelí propague enfermedades en un enclave palestino devastado por las bombas israelíes y que, en consecuencia, empeoren las condiciones de sus seres queridos, que llevan más de quince meses secuestrados.
Las autoridades israelíes suspendieron hace una semana la entrada de ayuda humanitaria al enclave, donde controlan todos los accesos, y ayer cerraron el suministro eléctrico de la planta desalinizadora de Deir al Balah, de cuyo suministro de agua potable dependen los palestinos del centro y sur de la Franja.
Las milicias palestinas todavía tienen a 59 rehenes (una treintena de ellos estarían muertos, según Israel) en el enclave palestino, que estaba pactado con Israel entregar en la segunda fase frustrada del acuerdo del alto el fuego.
Una delegación israelí viajó este lunes a Doha para continuar con las negociaciones para mantener el alto el fuego, después de amenazar con volver a la guerra si el país considera que sus conversaciones indirectas con Hamás no le satisfacen.
El grupo islamista, por su parte, ha acusado a Israel de «chantaje barato» por su suspensión de la entrada de ayuda y ha insistido en su disposición para negociar la segunda fase del alto el fuego, que debería haber comenzado el 1 de marzo.
notiespartano/efe