Politólogos e internacionalistas consideran que el caje de los narcosobrinos por los seis estadounidenses, evidencia que existe un diálogo directo entre Nicolás Maduro y el gobierno de Joe Biden desde hace mucho tiempo, quedando la oposición democrática relegada a esas conversaciones. Aunque el 5 de octubre el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, haya dicho en un comunicado que Estados Unidos no tiene planes de cambiar su política de sanciones contra Venezuela.
Con la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis energética desatada tras esa guerra, además de la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de recortar la producción de crudo a dos millones de barriles diarios para recuperar el precio del barril de petróleo, Venezuela recobra particular importancia para Estados Unidos, ya que tiene una de las mayores reservas de gas y petróleo del mundo.
«Sin duda alguna Maduro es el interlocutor del gobierno de BIden. Hay un reconocimiento de facto a Maduro, y así cada día más el gobierno interino es puesto de lado. Mientras tanto, el gobierno interino plantea una negociación que luce como imposible que es la negociación de condiciones democráticas para las elecciones presidenciales, y que el gobierno de EE UU apoya, pero muy indirectamente, muy en tercer lugar», expresó Luis Salamanca, doctor en Ciencias Políticas.
Notiespartano/LaPrensaLara