
A las orillas del Lago de Maracaibo, en el estado Zulia, un grupo de personas se aglomera para observar de cerca los restos eviscerados de un animal acuático similar a un delfín, que yace sobre la arena. Los despojos corresponden a una tonina hembra y su cría, presuntamente capturadas y sacrificadas por pescadores para utilizarlas como carnada en sus faenas. La imagen del mamífero muerto se viralizó el pasado 8 de marzo en redes sociales, pero poco se pudo hacer para evitar este triste episodio.
Las poblaciones de toninas están en grave peligro debido a actividades humanas. En Suramérica habitan dos especies de estos cetáceos, ambas declaradas en Peligro de Extinción (EN) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En el Lago de Maracaibo, la cacería de estos animales no es un fenómeno reciente. Desde la década de los 90, científicos y activistas han denunciado la matanza indiscriminada de estos mamíferos de agua dulce, fundamentales para el equilibrio de los ecosistemas.
A esta caza se suman otros factores que amenazan a la especie, como la contaminación, la sequía y la degradación de hábitats, problemas que también afectan otras regiones del país.
Notiespartano/El Nacional