Cuando Laureano Márquez y Claudio Nazoa decidieron combatir al gobierno con el humor eligieron el modelo perfecto para lograr el objetivo de sensibilizar a los periodistas sobre su rol en esta sociedad.
Ahora cuando avanza el gobierno sobre el derecho a la información y pretenden convertir a los periodistas en muñecos de la información controlada, no hay nadie que combata en el frente porque el modelo Roland Carreño está en el tapete como relieve de un estado sin control judicial.
Pero quitar a los periodistas su derecho a manejar la información es condenarlos a la nada profesional, pues para qué entonces van a las universidades a buscar el conocimiento para ilustrar a las comunidades.
Con ese astazo anunciado por el gobierno de abrir las puertas a sus comunicólogos es parte de la ofensiva para quitar la noticia de sus manos a los periodistas.
Pero esa decisión comenzó hace rato y salvo contadas excepciones los periodistas aceptaron con honores que les pasaran por encima con leyes que le robaron su espacio por capricho del gobierno.
Tenían razón Laureano y Claudio al usar el humor y la picardía como instrumentos para bordear los controles del gobierno que apretó el rumbo y dejó también a los humoristas al margen de las leyes con la interpretación jurídica que mandó a la cárcel o a Miami a la mayoría de los comunicadores con alto nivel profesional.
De esa manera los mejores periodistas se fueron del país porque le quitaron sus herramientas de trabajo, a otros los golpearon en las marchas, a otros los amenazaron y persiguieron y a los más valientes los condenaron a informar y solo a eso.
Por eso el nombramiento de la Comisión Permanente del Poder Popular y Comunicación para encargarse de revisar y reformar la Ley de Ejercicio del Periodismo para hacerla más incluyente y adaptarla a la nueva realidad porque sus postulados datan de otros tiempos.
La idea es iniciar el debate para generar las propuestas y poder contar con una herramienta jurídica que tenga un alto contenido social.
Esa invitación a los comunicadores populares a incorporarse a las discusiones porque ha nacido un nuevo periodismo que no pasa por la academia es un nuevo zarpazo a la Constitución y una muerte súbita para los periodistas que tienen la necesidad de dar la pelea o morir en el intento.
Y va más lejos al señalar que la ley debe incluir el ejercicio del periodismo desde todos los ámbitos donde se ejerza porque va más allá de los que pasaron por la universidad y no se puede hacer una ley solo para los periodistas graduados cuando en la sociedad se están dando distintas formas del ejercicio.
Así como analizar a fondo los códigos de ética, actualizarlos y definir cuál es la función del periodismo en la sociedad. Toda una trama legal que lleva directo al matadero la profesión de periodista.
Se acabó el pan de piquito en materia de información porque el gobierno con su aplanadora busca ventajismo con sus argumentos para tomar la delantera en materia informativa usando como excusa que el periodismo es un arma para defender los intereses del pueblo.
Pero que no defenderá nunca a los más pobres que seguirán viendo el mundo en blanco y negro y sufrirán las calamidades que impiden que se cuestione a la Onapre por retrasar el pago de los trabajadores que se mueren a menguas por no tener como comer, ni como pagar el pasaje y menos como pagar los servicios públicos.
Ni en la salud que la gente se muere a menguas y no hay dolientes en una sociedad parapléjica y dormida en la defensa de sus derechos.
Por eso si se va a hacer periodismo para defender al gobierno y no las necesidades de la gente estaremos pendientes, pero que con los periodistas haciendo su trabajo profesional y manteniendo a los gobiernos a raya para que atiendan al pueblo como prometen en las campañas electorales.
La crisis nacional obliga al gobierno a poner sus artilleros en la calle a defender lo indefendible sin responsabilidad y con las armas de la sinrazón como estandarte para ocultar los problemas fundamentales que mantienen a la sociedad eclipsada entre mentiras y solución a sus problemas fundamentales.
Sabe el gobierno que no le está funcionando la opinión pública y busca poner en la calle miles de artilleros comunicacionales sin licencia para tratar de justificar su fracaso ante la gente.
Con muchos flancos débiles no tienen otra opción que buscar lanzar a las calles mentiras para justificar su fracaso que convirtió a Venezuela en un país de pobres, donde cada día las calamidades abundan por doquier.
Con la nueva Ley de Periodismo solo se busca cercar a los comunicadores profesionales y abrir espacios para la confrontación en tiempos cuando el gobierno nada tiene que mostrar salvo las bolsas clap, el gas, la gasolina y más nada.
Ahora les toca a los periodistas defender sus parcelas y así como ayer pelearon contra el ejercicio ilegal de la profesión, hoy les corresponde luchar o morir en el intento, pues cómo dice Helen Keller “Ningún pesimista ha descubierto nunca el secreto de las estrellas, o navegado hacia una tierra sin descubrir, o abierto una nueva esperanza en el corazón humano”.
Encíclica/ManuelAvila