Para el presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela, FEDEAGRO, Celso Fantinel, los costos de producción son bastante altos y una manera de poder bajarlos es teniendo una competencia justa, es decir, si las materias primas entran sin aranceles y sin IVA, “yo creo que corresponde que también nuestras maquinarias, equipos, repuestos, materiales e insumos lleguen también sin aranceles y sin IVA, para poder competir y eso también lo hemos conversado con los ministerios”.
Después está el tema del desface de la infraestructura, las caídas de puentes, carreteras en mal estado, que año a año van desapareciendo y eso se hace más costosa la producción. Ningún transportista quiere cargar desde las fincas, sino cargar del puerto, debido a eso. Y esas son dificultades del sector primario.
A eso se suma que hay muchos transportistas que por lo costoso de los repuestos y el tema del combustible no quieren ir a las unidades de producción en el campo, entonces hay que aumentarle los precios de los fletes para que hagan el transporte y todo eso hace que se encarezcan los costos de producción.
La producción agrícola ha soportado todo tipo de crisis
Según el también productor agropecuario, el sector ha soportado todo tipo de crisis, “ahora tenemos la crisis de la baja de comodities como el maíz blanco, el maíz amarillo, y el arroz y el azúcar que han bajado algo también. Eso nos pone en desventaja porque los productos que vienen de afuera son subsidiados y cuando llegan a Venezuela a muy bajos precios, nosotros no podemos competir con eso”.
En el caso de las hortalizas, como se mueven por oferta y demanda por el tema del consumo, “vemos que los precios al consumidor superan en 5 veces lo que se le paga al productor en el campo. Es decir que no hay precios justos.
Yo quisiera creer que la cadena está intervenida, o que hay una problemática en la cadena de frio, o puede ser que se le queden los productos en los anaqueles, pero no parecen ser la razón, sin embargo, la diferencia de precios del campo a la mesa del consumidor es demasiado exagerada”, dijo.
En relación a la prórroga otorgada para la exoneración de aranceles de importación, cuya resolución ampara a más de 1400 códigos arancelarios, Fantinel señaló que han trabajado con los ministerios de finanzas, de industria y comercio, porque las importaciones son necesarias para cubrir la demanda interna del país, “ya que todavía estamos deficitarios de más de 40%, sin embargo, yo creo que con el desempeño de las cosechas del ciclo de invierno pudiéramos llegar a una soberanía de 60%”.
Propuestas de los productores
Hace dos años se propuso la incorporación a la franja de precios de la Comunidad Andina, se trata de un Sistema Andino de Franjas de Precios Agropecuarios (SAFP), establecido por la Comunidad Andina desde 1994 con el fin de estabilizar el costo de importación de un grupo especial de productos agropecuarios caracterizados por una marcada inestabilidad en sus precios internacionales o por graves distorsiones de los mismos.
De esta manera, el Sistema permite una mayor vinculación de los precios internos de los productos importables con la tendencia de los precios internacionales, y permite a los productores nacionales contar con señales claras para toma de decisiones de siembra, producción y comercialización de sus productos. Esta franja de precios va de septiembre a abril, de manera que pudiese ser una de las alternativas.
Fantinel explicó que también se estaba tratando, con el anterior ministro de agricultura Wilmer Castro Soteldo, de colocarle un arancel externo común de Mercosur de 15%, pero tampoco es suficiente, la Franja de Precios de la Comunidad Andina ahora tiene aranceles superiores a 45 o 50% para proteger su producción.
En cuanto a las hortalizas, planteó que habría que tener una mejor cadena de frio, para industrializarlas. Hay varias que se podrían industrializar, empacarlas a menos 4 grados y enviarlas a otros países del mundo que tienen necesidades.
Las perspectivas
A juicio de Fantinel, hay mucha preocupación con respecto a los rubros maíz y arroz, porque son rubros muy tecnificados, “va a ser difícil, no logramos superar la meta de siembra el año pasado y eso tiene mucho que ver con sembrar a ciegas, es decir, sin tener precios, sin tener caja, ni pulmón, ni financiamiento, que es otra de las aristas que de los 15 sectores que se analizan en Fedecámaras, el financiamiento es el número 1 de necesidades”.
Según el productor agropecuario, para aumentar las extensiones de siembra, que, en el año 2010 estaban en más de 2 millones 200 mil hectáreas, y que ahora están en menos de un millón y medio de hectáreas de siembras, se necesitarían unos 1.500 millones de dólares. “Estoy seguro que, con 2 millones y medio de hectáreas sembradas vamos a poder exportar y tener la soberanía alimentaria que tanto queremos”.
Apoyo a la agricultura familiar
Las hortalizas y vegetales en general suelen conseguirse incluso en épocas difíciles como en la pandemía por ejemplo, eso es gracias a la agricultura familiar, según lo indicó Fantinel, quien señaló que es una lástima que no se legisle, ni se apoye este tipo de agricultura que representa el 80% de los productores. Mientras que el 20% que son los que están tecnificados producen más que ese 80%.
Hay que legislar para apoyar a estos productores, que son familias que tienen sus propias tierras y las trabajan y se ayudan entre ellos.
“He visto a estas familias vender sus propiedades, como carros, bueyes y herramientas de trabajo, para sacar adelante sus cosechas, así que, hay que legislar porque esta agricultura familiar, si es tecnificada, podríamos estar mirando una vitrina de exportación que se pudiera mantener en el tiempo”, dijo.
Eso es lo que quieren los proveedores internacionales, que se le despachen hortalizas permanentemente. Así que es un trabajo que hay que consolidar y preparar el camino para la exportación.
Señaló que en los países asiáticos el 70% de su territorio, es desértico y necesitan de países como Venezuela que tiene 365 días de sol al año y el 12% del agua dulce del mundo, “de manera que tenemos todas las características para hacerlo”.
Finaliza Fantinel señalando que el carácter de resiliencia de nuestros agricultores es lo que ha logrado que la actividad agrícola se mantenga viva.
Notiespartano