La escoliosis es una deformidad de la columna vertebral que puede afectar tanto a niños como adultos, y en ocasiones se puede incluso apreciar viendo al paciente de espalda.
Especialistas señalan que es normal tener una curvatura hacia un lado de la columna vertebral, pero cuando ésta es de más de 10 grados, se aprecia cómo las vértebras se alinean en forma de C o S, alejándose del eje normal y girando a la vez sobre sí misma.
Esto provoca la aparición de una prominencia o giba que se nota más cuando el paciente se inclina hacia delante.
Cabe acotar que este problema puede localizarse en el tórax, en la zona lumbar o presentarse en los dos sitios a la vez.
Tipos de escoliosis
Existen dos tipos, la escoliosis no estructural (móvil) suele ser ocasionada por una afección ajena a la columna vertebral y desaparece cuando esta se corrige.
Por ejemplo, si una de las piernas es más larga que la otra, la curvatura de su columna vertebral desaparece cuando se sienta.
La otra es la escoliosis estructural (verdadera) que consiste en una curvatura fija en su columna vertebral. Por lo general, la causa subyacente de ésta no puede ser tratada.
Causas
Expertos indican que en la mayoría de los casos no se sabe la causa (escoliosis idiopática). Sin embargo, puede ser secundaria a problemas congénitos, y presentarse como un defecto del desarrollo de una o más vértebras; o neurológicos (parálisis cerebral infantil, mielomeningocele).
Generalmente esta patología se puede presentar en menores de 10 años, escoliosis de inicio precoz; o en niños mayores de 10 años, escoliosis idiopática del adolescente.
Cuanto mayor crecimiento le quede al niño y mayor sea el tamaño de la curva en el momento del diagnóstico, peor será el pronóstico. Otros factores a tener en cuenta son los antecedentes familiares, el tipo de curva y si se trata de una niña. Después del primer periodo menstrual, el riesgo de progresión disminuye.
¿Cómo se manifiesta?
Habitualmente no produce ningún síntoma, ni produce dolor. No obstante, se estima que en caso de presentarse dolor, y sobre todo si es nocturno o se acompaña de fiebre, se debe descartar una causa subyacente (infecciosa, neurológica, tumoral).
De igual manera, deben tener presente que este problema tampoco suele tener repercusión sobre los órganos internos.
Solo las deformidades muy graves, poco frecuentes por otra parte, pueden limitar la capacidad física del paciente y producir problemas cardiopulmonares o digestivos por falta de espacio.
En los casos de escoliosis congénita (hemivértebras, barras, bloques…) es conveniente descartar lesiones de corazón, renales o neurológicas asociadas.
Diagnóstico
Hay que comenzar con la historia clínica y la exploración física. Una señal de alarma y que lleva a los padres a consultar con el médico, es la altura desigual de hombros, asimetría de escápulas o de la cintura, prominencia de las costillas de un lado, etc.
Una vez consultado con el especialista, este debe proceder a la exploración, y buscará asimetrías entre ambos lados de la columna: prominencias, diferencia en la altura de los hombros, desequilibrio del tronco hacia un lado.
También valorará si existe diferencia en la longitud de las piernas, palpando las dos crestas iliacas, ya que el niño puede torcerse porque una pierna sea más larga que otra.
La radiografía confirmará que existe una curva, la región donde se localiza, la dirección y patrón. También permitirá cuantificar la rotación de las vértebras y la magnitud de la curva.
Tratamiento
La observación es clave en curvas pequeñas o en pacientes esqueléticamente maduros.
El ángulo de la curva, la localización y el grado de madurez determinan el tratamiento. El objetivo del tratamiento es evitar grandes deformidades progresivas en la edad adulta.
Por otra parte, el tratamiento ortopédico mediante corsé tiene como objetivo frenar o enlentecer la progresión de la deformidad, pero no la corrige. Está indicado en curvas progresivas en pacientes que todavía están en fase de crecimiento. Se recomienda el uso mínimo de 18 horas al día bien ajustado.
Finalmente, la cirugía se reserva para curvas de gran magnitud (mayores a 45-50 grados). En general, se realiza en pacientes que se encuentran cerca de la madurez esquelética.
Importante
El seguimiento de este problema es fundamental para constatar si existe un aumento.
Por otra parte, aunque muchas personas lo ponen en duda, si se puede hacer deporte. Es importante seguir activo por un tema de la salud en general y hasta cuidar la columna, ya que unos músculos fuertes protegen a la columna.
Cualquier deporte vale, ya que no existen ejercicios, ni deportes o actividades que mejoren o empeoren la escoliosis.
Notiespartano/2001