Envejecer es una consecuencia a la que la mayoría de las personas le teme, no solo por una cuestión física, sino también emocional; porque al verse con arrugas o piel flácida por ejemplo, llega la depresión y el desánimo.
Sin embargo, expertos señalan que cuando comienzan a aparecer los primeros signos de envejecimiento la persona debe buscar ayuda si lo cree oportuno, y sobre todo, modificar algunos hábitos que le ayuden a superar la situación.
¿Qué es envejecer?
Biológicamente el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, y que lleva a un descanso gradual de las capacidades físicas y mentales.
Incluso, a un mayor riesgo de sufrir algunas enfermedades, y en última instancia, conducir a la muerte.
No obstante, envejecer puede ser sinónimo de crecer, cambiar, evolucionar, pero también es ganar sabiduría, experiencia y en ser.
En conclusión, envejecer no es necesariamente sinónimo de estar viejo, de tener una determinada edad y que la piel comience a tornarse flácida o con arrugas.
Por lo tanto, independientemente de la edad que se tenga, y los primeros indicios que muestre tu piel, no es momento de deprimirse, sino de cambiar hábitos que ayuden a mejorar la calidad de vida.
En tus manos
Lo más satisfactorio para el ser humano es llevar una vida plena y feliz, y esto se logra estando bien consigo mismo sin importar la edad que se tenga.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el envejecimiento saludable comienza con hábitos saludables en fases anteriores de la vida.
Partiendo de ello, estos hábitos incluyen alimentación, actividad física o exposición a riesgos para la salud. Aunque evidentemente a partir de cierta edad debemos empezar a tener en cuenta ciertos factores para envejecer bien.
Es decir, una dieta variada y equilibrada es fundamental. Las frutas y las verduras son nuestros mejores aliados.
También es necesario hacerse chequeos médicos periódicos para un mantenimiento óptimo de la salud, como también para poder detectar a tiempo posibles irregularidades.
De igual manera, conviene cuidar la mente y evitar en la mayor medida posible situaciones de estrés, o en todo caso, conviene aprender a controlarlas. Ten una actitud positiva y optimista frente a la vida.
Sigue aprendiendo. No pierdas nunca la curiosidad. Lee libros o revistas, participar en debates o incluso puedes aprender a utilizar internet o iniciarte en las redes sociales.
Realizar actividad física de forma moderada y de manera constante favorecerá nuestra movilidad a largo plazo. Los paseos diarios son una de las mejores actividades, siempre respetando la capacidad de cada uno.
Evita el tabaco y el consumo abusivo de alcohol; y finalmente, acepta el envejecimiento y disfrutarlo. Sé realista, ya no tienes 20 años, pero esto no significa que no puedas disfrutar.
La vejez es un escalón más en la vida donde la experiencia y la sabiduría afloran, intenta sacarle el máximo partido y gana salud y bienestar.
Notiespartano/2001