Para disfrutar de esas comidas veraniegas donde lo que apetece es comer fresquito y sano, os presento unas versión de la ensalada de pasta que ya tenemos en el blog, pero en esta ocasión con aires italianos, de la zona de la Toscana.
Una ensalada perfecta para comer en casa, en el campo o la piscina, en la playa o la montaña, incluso como táper por si tienes que trabajar. Un plato de pasta sencillo que os ayudará a combatir las altas temperaturas de este verano.
Para esta receta de pasta hemos utilizado ingredientes sencillos y que combinan genial entre ellos. Unos espárragos trigueros frescos, rúcula, la cremosidad del queso feta, unas pocas hojas de albahaca fresca, el crujiente de unos piñones tostados y una vinagreta con aromas cítricos para darle ese toque italiano delicioso. Una ensalada sencilla de origen humilde, pero tan de rechupete y encima, nutritiva.
Ingredientes
- 240 g. de fusilli integral Garofalo
- 250 g. de espárragos trigueros frescos
- 2 puñados grandes de rúcula
- 200 g. de queso feta (también podéis cambiarlo por queso gorgonzola)
- Un puñado de hojas de albahaca fresca
- 20 g. de piñones tostados
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre de vino blanco, también vale del zumo de limón o lima
- La ralladura de 1 limón
- Sal (al gusto de cada casa, unos 3-4 gramos aprox.)
- Pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)
Y para dar un plus de calidad a nuestro ensalada, hemos empleado una pasta integral que está buenísima. La pasta integral nos aportará todos los beneficios de la fibra natural y todo el sabor del cereal integral, en este caso hemos optado por la pasta corta, fusilli integrales de Garofalo, perfecta para este tipo de elaboraciones. Su forma rizada hará que se impregne ese aliño cítrico del limón y la albahaca, en toda su superficie integrándola en el plato de forma perfecta.
¿Te animas a preparar esta ensalada de pasta integral? Espero que la probéis y la disfrutéis tanto como yo, en la playita a ser posible.
Preparación de la ensalada de pasta integral
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- Lavamos y secamos cuidadosamente los espárragos. Les recortamos los extremos inferiores y desechamos esa parte. Troceamos los espárragos en trozos de tamaño de bocado.
- Calentamos en una cazuela un litro de agua por cada 100 g de pasta. Estas proporciones, que normalmente vienen indicadas en los envases, ayudan a que la pasta no se pegue entre ella. No será necesario añadir aceite de oliva al agua de cocción para que la pasta no se pegue.
- Cuando el agua comience a hervir, echamos 1 puñado generoso de sal, unas 2 cucharadas rasas por 400 gramos de pasta. En ese momento añadimos los fusilli integral, de una sola vez, todos juntos, removemos por un momento con una cuchara de madera.
- Cocemos los fusilli durante 9 minutos para conseguir una pasta “al dente” o en su punto justo. Antes de que la pasta termine de cocerse, 5 minutos antes, añadimos a la cazuela los espárragos troceados, para darles unos minutos de cocción mientras se acaban de cocinar los fusilli. Una vez que la pasta está cocida, la escurrimos inmediatamente, y pasamos por agua fría para cortar la cocción de pasta y espárragos.
- Ponemos la pasta enfriada con los espárragos en una ensaladera y vamos añadiendo el resto de ingredientes. Incorporamos la rúcula, las hojas de albahaca troceadas, salpimentamos, añadimos el aceite de oliva, el vinagre y la ralladura de un limón. Mezclamos bien antes de incorporar el queso feta.
- Servimos la ensalada con un puñadito de piñones tostados para cada comensal.