Empresarios del estado Nueva Esparta señalaron que se encuentran en la disposición de trabajar para que antes de finalizar el año, de alguna manera se sienta el impacto que puede generar la Ley Organica de Zonas Económicas Especiales.
Representantes de los sectores económicos del estado Nueva Esparta confluyeron este viernes en la convocatoria de la Comisión de Economía y Finanzas de la Asamblea Nacional, en la que presentaron propuestas concretas que marcarían la ruta de desarrollo regional, enmarcada en la recién aprobada Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales.
Jesús Irausquín, Presidente de Fedecámaras Nueva Esparta, señaló que tras la aprobación de la ley lo importante ahora es el engranaje de todos los actores económicos y sociales de Nueva Esparta, para que como zona especial decretada se desarrolle en armonía y con una visión sólida de futuro.
Sostiene que el sector privado se encuentra optimista ante esta Ley porque abre espacios a nuevos capitales y modelos de negocios necesarios para la recuperación, pero además estima que Nueva Esparta fungirá como piloto de aplicabilidad del nuevo instrumento, gracias al avance que desde el año pasado se tiene en cuanto a la definición de necesidades por sector.
“Para mañana es tarde, en Margarita tenemos la disposición de trabajar para que antes de finalizar el año ya de alguna manera se sienta el impacto que puede generar esta ley. Ahora falta el Reglamento que será el instrumento o guía para la implementación. Hoy hicimos un esbozo de lo que serán las propuestas que formularemos en una próxima reunión a realizarse el próximo 10 de agosto», afirmó el presidente de la central empresarial.
Irausquín insistió en que en Nueva Esparta hay claridad en la ruta a seguir y eso facilitará adentrarse a la ley y alcanzar prontos resultados. “En Nueva Esparta estamos listos”, enfatizó.
Por su parte, Gabriel Briceño, vicepresidente de Fedecamaras, detalló que el documento base construido y entregado a los diputados, tiene una visión transversal y de carácter prospectivo que considera las cuatro condiciones que potencian las capacidades y oportunidades para un desarrollo integral, sustentable, responsable, colaborativo e inclusivo.
El documento trabajado por el sector privado delineó objetivos y retos en áreas de educación, turismo, hotelería, recreación, construcción, inmobiliario; puerto libre, producción y exportaciones; automotriz, ciencia y tecnología, servicios públicos, régimen monetario especial, agroindustria y pesca, entre otros más específicos.
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